La invocacion accidental

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En el corazón del inframundo, donde el tiempo no existe y la oscuridad reina, Tn se sentía inquieto. Mientras sus hermanos mayores, Meliodas y Zeldris, cumplían con sus deberes infernales, Tn pasaba sus días mirando la ventana mágica en su habitación, que le mostraba fragmentos de la vida humana. Estaba fascinado con ese mundo, lleno de luz, risas y emociones que en el inframundo parecían no tener cabida.

"Debe ser aburrido estar atrapado ahí arriba," murmuró Tn mientras observaba a un grupo de niños jugando en un parque. Sentía un tirón en su interior, un deseo que no podía ignorar: quería conocer ese mundo, caminar entre los humanos y descubrir lo que los hacía tan diferentes.

De repente, mientras estaba absorto en sus pensamientos, sintió una extraña sensación, como si alguien estuviera llamándolo. Era un tirón suave, pero persistente. Cerró los ojos, dejándose llevar por esa sensación desconocida, y antes de darse cuenta, su entorno comenzó a cambiar.

Cuando abrió los ojos, ya no estaba en su oscura habitación en el inframundo. En su lugar, se encontraba en una sala de estar iluminada por la luz del día. Frente a él, una pequeña niña lo miraba con los ojos muy abiertos, como si acabara de ver a un fantasma.

"¿Quién eres?" preguntó la niña, su voz temblorosa, pero llena de curiosidad.

Tn sonrió suavemente, aunque la sonrisa no alcanzó sus ojos. "Me llamo Tn," respondió, inclinando la cabeza ligeramente. "¿Tú me llamaste?"

La niña asintió lentamente, sin apartar la vista de él. "Creo que sí... Estaba jugando con un libro viejo y... recité algunas palabras. No pensé que algo realmente sucedería."

Tn miró a su alrededor, notando el libro antiguo que yacía abierto en el suelo. "Así que fue una invocación accidental," pensó en voz alta. Luego, volvió a centrar su atención en la niña. "¿Cómo te llamas?"

"Soy Raiha Uesugi," dijo la niña, todavía tratando de asimilar lo que había ocurrido. "¿Eres un ángel? ¿O un demonio?"

Tn se arrodilló para estar a su nivel, observando la pureza en los ojos de la niña

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Tn se arrodilló para estar a su nivel, observando la pureza en los ojos de la niña. "Eso no importa," dijo suavemente. "Lo que importa es que estoy aquí ahora. ¿Por qué recitaste esas palabras?"

Raiha bajó la mirada, algo avergonzada. "Estaba sola... Mi hermano siempre está ocupado estudiando y... quería que alguien jugara conmigo."

Tn sintió una punzada en su pecho, algo extraño para él. Esta niña, tan pequeña y frágil, lo había llamado por pura soledad. "¿Dónde está tu hermano?" preguntó, aunque ya podía sentir la presencia de otra persona en la casa.

"Está en su habitación, estudiando como siempre," dijo Raiha, señalando hacia una puerta cerrada al fondo del pasillo. "Futaro siempre estudia. Dice que tiene que hacerlo para cuidar de mí."

Tn se levantó, extendiendo una mano hacia Raiha. "¿Y si me quedo un tiempo? Podría ayudarte con tu hermano y... podríamos ser amigos."

Raiha lo miró sorprendida. "¿De verdad te quedarías? ¿No tienes que volver a casa?"

¿Acaso puedo ser un humano? (Tn x Quintillizas)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora