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A través de la ventana, Jimin vio cómo el sol se ocultaba detrás del horizonte, dejando un resplandor dorado que iluminaba la ciudad. Cada rincón de ese apartamento le recordaba a Yoongi, a las promesas rotas y a las esperanzas desvanecidas. Aunque había querido creer en un futuro juntos, la verdad era que las cosas no siempre salían como uno planeaba.

Con un último vistazo, Jimin salió por la puerta, arrastrando la maleta y dejando atrás el lugar que había sido su hogar. Caminó hacia el coche que había alquilado para empezar una nueva etapa, consciente de que, aunque el camino por delante era incierto, al menos tenía un propósito claro: buscar un nuevo comienzo para él y el pequeño ser que crecía dentro de él.

Al encender el motor, Jimin sintió una mezcla de tristeza y determinación. Sabía que la vida le había lanzado un desafío, pero estaba dispuesto a enfrentarlo. Mientras conducía hacia su nuevo destino, se prometió a sí mismo que no permitiría que el dolor del pasado lo detuviera.

El futuro era un lienzo en blanco, y Jimin estaba listo para pintarlo con colores nuevos, con la esperanza de que, al final, encontraría un lugar donde él y su pequeño pudieran ser felices.

Jimin llegó a su nuevo hogar al anochecer, con la maleta llena de recuerdos y esperanzas. Al abrir la puerta de su nuevo apartamento, se encontró con un espacio vacío, pero lleno de posibilidades. Sin embargo, en ese momento, lo único que podía sentir era un profundo dolor.

El lugar era modesto en comparación con el apartamento lujoso que había dejado atrás, pero tenía el potencial de ser un hogar. Jimin dejó la maleta en el suelo y recorrió lentamente las habitaciones. Cada paso que daba resonaba en el silencio, intensificando su sensación de soledad.

No pudo evitarlo más. Al mirar alrededor, el peso de la situación se hizo evidente. Yoongi, quien había sido una parte tan importante de su vida, lo había abandonado en el momento en que más lo necesitaba. La decisión de Yoongi de distanciarse y no reconocer a su hijo había dejado una herida profunda en el corazón de Jimin.

Lloró en silencio, las lágrimas cayendo libremente por sus mejillas. Se sentó en el suelo frío del salón, con las manos en su vientre, deseando que las cosas hubieran sido diferentes. La tristeza y el rencor se mezclaban en su pecho, creando una carga emocional que parecía casi insostenible.

—¿Por qué, Yoongi? —susurró entre sollozos, su voz quebrada por el dolor. —¿Por qué me dejaste enfrentar esto solo?

Sweet Demon [Y.M] [#1] [PRÓXIMAMENTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora