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—¡¡NOOO!!

Grito el alfa de repente. El Omega que estaba dormido a su lado también despertó asustado, miraba a su alfa sudando. Claramente había tenido un mal sueño.

—¿Todo bien?

El alfa giro la vista lentamente logrando ver a su Omega. Observo a su alrededor, no había nada de lo que había vivido hace unos pocos minutos.

Una pesadilla...

—Si... Estoy bien. Lo siento ...

Jungkook solo asintio. Con un paño que el tenía a un lado de su cama limpio el sudor que su alfa había sacado por el posible susto.

—Estas demasiado estresado con tu trabajo. Trata de calmarte que vas a enfermar a este paso.

Tae no dijo nada, solo se recostó. Se acercó un poco para poder abrazar a su Omega. Claramente, se alejo.

—Por favor ... Solo está vez.

¿Lo dejaría? Estaba aún enojado con el. Más cuando entro a la habitación con ayuda de una patada. Sin embargo, accedió. El alfa rodeo la delgada y fina cintura del menor dejando su mejilla en el suave pecho del menor.

—Te amo...

Susurro Tae esperando una respuesta que jamás llegó. Su corazón sintió eso que estaba seguro que se encogió de dolor. Pero bueno... Lo abrazaba, algo es algo.

La rutina era la de siempre, estaba arto de esta situación

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La rutina era la de siempre, estaba arto de esta situación. Solo parecía un Omega de casa. Los libros se habían terminado y "releerlos" no es una opción. ¿Lo dejaría salir? Posiblemente... ¿No?

Haría el intento. No perdía absolutamente nada. Así que fue hasta el teléfono del despacho de Tae, no tenía prohibiciones en esa casa.

—Siete... Dos, Uno.

Llevo el teléfono a su oreja esperando la respuesta que fue inmediato.

—¿Hola?

—Tae... Soy yo.

—Cielo, ¿Paso algo? Voy para allá, escondete.

—No, no, no .. no a pasado nada... Solo.

—Dime, cariño.

—Sera posible que... ¿Pueda salir un rato?

—No.

—Pero-

—No hay nadie que pueda llevarte o vigilarte.

—No soy un niño.

—Pero eres mi Omega.

—Maldita sea... ¡Estoy cansado de estar encerrado aquí!

—Cuida ese tono.

Jungkook no dijo más, solo corto tan brusco que seguramente el teléfono se dañó. Fue a un sillón de ahí con los brazos cruzados. Sus lágrimas nuevamente presentes.

—¡Estoy arto!

Cuando estaba a punto de salir de ese despacho, el teléfono sonó. Alzó la bocina y la llevo a su oreja de nuevo.

—¿Hola?

—Alistate. Iré por ti en quince minutos.

¿Tae? ¿Por qué se escuchaba tranquilo? Acaban de discutir. Es para que le grite y advierta que le espera... ¿Será una trampa?

—¿Pasar por mi?

—Quieres salir ¿No?

Su sonrisa iluminó su rostro, no importa si el va con el. Necesitaba aire.

—¡Si! ¡Si!

—Date prisa.

Al colgar Jungkook hizo lo mismo, corrió a su habitación a buscar buena ropa: Una bella sudadera color crema y unos shorts que lo hacían resaltar sus muslos. Busco una pequeña bolsa para poder colocarsela. Un poco de brillo y ¡Listo!

El auto se escuchó cuando menos lo pensó. Bajo casi corriendo las escaleras. Al llegar a la planta baja logro ver a Tae entrando con las mangas hasta el codo y el saco en su antebrazo.

—Estoy lis-.

Fue interrumpido cuando Tae lo jaló de la muñeca y aprisionó sobre su rodilla. Levantó la mano y la dejo caer en la piel descubierta del menor que no tardó en quejarse ni patalear.

—¡A-auch! ¡Espera! ¡Que te pasa!

Dijo entre llanto, las manos del alfa eran tan fuertes que seguramente lo dejó rojo. Al terminar se libero lentamente entre hipeos.

—Q-que hice...

—¿Que hiciste? Te dije mil veces que no me hables de esa manera...

El Omega lo miro aún con lágrimas, bajo su cabeza y tomo su bolsita para juguetear un poco.

—Lo siento...

Jungkook estaba a nada de regresar a la habitación, tendría que quitarse todo y entrar a la cama.

—Oye... Ven aquí.

Nego. El alfa camino hasta el y finalmente lo abrazo. Acaricio suavemente la espalda del contrario sintiendo sus hipidos.

—Estaba a nada de decirte que iría contigo cuando explotaste y maldeciste... Que no pase de nuevo.

Asintió lentamente.

—Bien... Ahora vámonos.

—¿I-irnos?

—Ya te castigue... Así que vamos.

Jungkook estaba sonriendo, asintió frenéticamente mientras quitaba sus lágrimas. Avanzo con el hasta fuera de la mansión. Estaba emocionado.

𝙼𝚊𝚣𝚊𝚙á𝚗 🌹

Un suspiro lleno de dolor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora