Capitulo 1

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Arlecchino nunca fue sentimental.

O eso creía todos. Para ella, siempre fue mejor que suponieran cosas malas de ella, como un ser frío y cruel. Al ser una fatui, tendría muchos prejuicios encima de ella que la gente comentaba a sus espaldas más nunca era encarada.

Luego del cumplimiento de la profecía, la inundación de Fontaine, evitando que la gente fuese disuelta en el mar y obteniendo la gnosis. Ya nada más tenía que hacer aquí, aunque su misión ya estaba hecha y se quedaría un tiempo indefinido.

Con eso, le daría mucho tiempo libre, menos lo pensó y acabaría conociendo a Furina, fuera de su título de Arconte Hydro.

Al inicio fue una disculpa por el trato que tuvo hacia ella, poco después la encontraba algunas veces comprando pasteles o reponiendose de Macarrones.

Las pocas palabras que cruzaban se hacían una conversación y de se fueron convirtiendo en acompañamientos hacia su casa. Con las semanas, se despedían en la puerta de su hogar y pasando los meses llegó a entrar.

La primera vez que pudo hacerlo, notó que nada era extravagante allí, era una casa normal, con muebles y algo de desorden en el lugar. Permitiéndose conocer su naturaleza descuidada, mayormente la ayudaba a limpiar para que no se le juntara todo y la acompañaba a probar las delicias que solo Furina terminaba comiendo.

Poco a poco y se fue acercando. Era peligroso, sí, pero cuando menos lo esperó ya tenía una cita programada para verla en una de sus obras. Desde un inicio estuvo emocionada al invitarla y por alguna razón no podía decirle que no a esos ojos.

Recuerda esa noche en concreto, en la obra de "El susurro de los jardines", una historia del que tenia conocimiento ya que la directora se dedicaba a trabajar y de vez en cuando se encontraba a su lado. Viendo cada mueca o expresión, si es que no le parecía esto o aquello.
Cuando borraba un detalle y se estresaba porque tal escena no salía como deseaba.

Todo eso, el lado más humano y real de Focalors. No, de Furina, no como la arconte y soberana de las aguas. Era Furina de Fontaine, una humana y directora de un grupo de teatro.

Aquella obra estaba siempre más allá de sus expectativas, apesar de serle de un género que no era de su interés debía reconocer que era buena y no era de menos que al bajar el telón todos se levantarán a aplaudir a cada uno de los integrantes.

Pero su mirada no podía despegarse de la directora que con una sonrisa agradecia a su público junto a sus actores.

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—¿Y que tal te pareció?— Preguntó la ex arconte a solas con Knave. Había quedado que luego de que atendiera a los reporteros y hablara con los actores saldría. Ya era de madrugada cuando eso paso y fue la última en salir. Era mejor, ya que nadie estaba presente a los alrededores y eran solo las dos.

—Pues...nada mal—Jugó un poco, solo para sacarle un puchero a la más baja al no hablar completo y reírse para sus adentros por esa reacción.

—¡Vamos, Arle!—Reclamó para después caminar unos pasos más adelante y caminar de espaldas solo para enfrentarla—¿No vas a admitir que realmente te gustó la obra?

—Creo haberle dicho que el romance no va conmigo, señorita Furina—Para la usuaria de hidro, eso era más un reto que un hecho y no se iba a quedar así.

—Creí que habíamos dejado de hablarnos así...—Respondio algo desanimada al no conseguir su objetivo. Eso no era lo que esperaría Arlecchino por lo que se dispuso a arreglarlo.

—Disculpa, Gotita—Fue particularmente intencional solo para provocarla. Había llegado a tomarse confianza para llamarse cariñosamente.

Y hablando de eso, de solo escucharla llamarla de esa forma notó un sonrojo que se fue a sus mejillas y una sorpresa en sus facciones.

A tu lado [Arlefuri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora