A tu lado [Arlefuri]

Capitulo 8

Espero unos minutos luego de ver como el heraldo salía de la habitación, se dispuso a arreglar el pequeño desastre que había hecho Chevalmarine, tuvo que cambiar las sábanas rápidamente y entró al baño, cerrando la puerta y dejando que su salón volviera a aparecer.

—¡Tenemos que hablar!—Llamó la atención de los tres integrantes, los había traído aquí para hablar mejor y así evitar algún desastre que quisiera hacer—No pueden seguir comportándose así.

Escuchó burbujeos provenir de Crabaletta, así como de Chevalmarine y Gentilhombre parece aceptar a medias.

—¡Ya saben lo que dijo el casero la última vez!—Recordando como fue regañada al casi inundar el lugar de agua al usar inexpertamente su visión y también con las jugarretas que solían hacer entre ellos tres, atacando a cualquier cosa que les parezca sospechoso.

—Haganlo por mí...—El caballito de mar apenado se dirigió a las manos de Furina solo para ser sostenido ante su dueña quién trataba de entablar un acuerdo entre ellos—Entiendo si de seguro desean estar más tiempo afuera, pero también entiendan que si están golpeando hasta los adornos me consumen mucha energía.
Las dos criaturas se acercaron a la directora para hacer un intento de abrazo, Furina los recibió con una sonrisa y Chevalmarine solitaria pequeñas burbujas.

—Pero por esta tarde...necesito un favor de ustedes—Allí es cuando los tres casi al mismo tiempo se alejaron, Furina parecía quedar indignada al ver el cambio de actitud y reclamó al verlos ignorandola—¡¿Pero..?!

Irritada por el comportamiento de sus mascotas entonces sentenciaria—Si no quieren negociar entonces...me están obligando a esto...

Unos minutos después salió del baño más que feliz, de allí le seguían el salón Solitaire no tan contentos, el trío podía sacarle de quicio a veces y podían ganarle en las discusiones. Pero en lo único que podían llevarse una gran perdida es en un piedra, papel o tijeras.

—Aprecio mucho que me ayuden—El cangrejo era quién más burbujeaba de molestia, al haber sido vencido quién sabe cuántas veces en el mismo juego solo por su desventaja—Y les prometo que pronto tendremos una reunión de té solo para los nosotros tres.

Bajando fueron directamente a la cocina, un pequeño desvío de Usher al recoger las pocas cosas que Furina dejó en el suelo en su crisis pasada para dejarlos en su lugar y mientras los otros dos no desviaron su camino.

Abriendo uno que otro cajón encontró una caja de pasta, quería darle una pequeña bienvenida al heraldo en cuanto regresará, si es que (lo más probable) termine su trabajo, estará cansada, aunque no se lo haya dicho pero al entrar a la oficina del heraldo había visto una pila de documentos a su lado, cartas, más documentos.

Entiende eso en parte, durante su gestión como arconte también le tocaba mucho papeleo, era agotador con el tipo de proceso que había y que sigue existiendo. Entonces el trabajo de Arlecchino es todo menos suave, ser director de la casa de la hoguera que lo más probable es que existan más sedes en otras naciones, ser una diplomática muy influyente más el título de uno de los once heraldo de los Fatuis, demonios, ¿Cómo es que hacía todo eso?

Y si hacía más énfasis en sus recuerdos, al tener oportunidad de estar tan cerca de ella así como verla desprotegida, sin una expresión neutra o el seño ligeramente fruncido. Por debajo de sus ojos se formaban ojeras, pequeños murmullos que aveces escuchaba por las mañanas si es que no tenía el sueño pesado o sobresaltos que llamaban mucho su atención.

Pero el heraldo no habla de eso.
Con eso está muy claro que Arlecchino no es emocional, ¿Es humana? Sí. El presagio es carne, llamas (algo que ella diría) y huesos. Pero era humana, con algo de dolor que proviene de su pasado y que desconoce. Que lo más probable es que eso implicaría como es ahora.