Valió la pena

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Ya era mucho más allá de la hora a la que él solía llegar a la UAC

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Ya era mucho más allá de la hora a la que él solía llegar a la UAC. Cuando Spencer Reid finalmente cruzó la puerta, su cabello ligeramente desordenado y la corbata floja, como si se hubiera apresurado en el último momento para ponérsela correctamente. La entrada del FBI estaba más tranquila de lo habitual, lo que hacía aún más obvio que él era el último en llegar.

Normalmente, Spencer era uno de los primeros en aparecer, ya con un café en la mano y un libro bajo el brazo, listo para enfrentar el día. Pero hoy, mientras se deslizaba por el pasillo hacia su escritorio, con una mezcla de prisa y discreción, sabía que no pasaría desapercibido. Se sentía el calor en sus mejillas mientras intentaba controlar la sonrisa que amenazaba con aparecer en su rostro.

El problema era que él sabía exactamente por qué había llegado tarde. Y no era por el tráfico, ni por una alarma que no sonó. No, la razón era mucho más personal, mucho más... deliciosa. Y mientras caminaba, no podía evitar que los recuerdos de esa mañana, de tus manos deslizándose por su piel, de tus susurros, lo distrajeran una y otra vez.

La noche anterior había sido tranquila, con vosotros dos acurrucados en el sofá, hablando de nada especial, mientras el sonido de la lluvia caía sobre las ventanas en un suave "tic, tic, tic". Pero cuando la mañana llegó, el tono cambió. El suave calor de las sábanas, combinado con el tuyo, lo había mantenido en la cama mucho más de lo que había previsto. Spencer había intentado resistirse, sabiendo que tenía que levantarse y prepararse para el trabajo. Pero cada vez que intentaba moverse, tus brazos lo rodeaban con más fuerza, y tu risa suave, acompañada de besos que se convertían en algo más, hacían que se rindiera sin resistencia.

Finalmente, había logrado despegarse de ti, pero no sin un último beso que lo había dejado tan distraído que se olvidó de la mitad de su rutina matutina. Había salido corriendo de tu apartamento con la camisa a medio abrochar y la chaqueta colgando de su brazo. Ahora, al entrar en la oficina, no podía evitar sentir la mezcla de culpa y satisfacción.

Justo cuando pensaba que había logrado deslizarse hasta su escritorio sin ser visto, escuchó una voz familiar.

"¡Vaaaya, mira quién finalmente decidió aparecer!" dijo Morgan con una sonrisa que mostraba más de lo que Spencer estaba dispuesto a admitir

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"¡Vaaaya, mira quién finalmente decidió aparecer!" dijo Morgan con una sonrisa que mostraba más de lo que Spencer estaba dispuesto a admitir.

Spencer se detuvo en seco, sintiendo cómo el rubor en sus mejillas se intensificaba. Giró lentamente la cabeza hacia Morgan, que estaba recostado en su silla con una mirada pícara y maliciosa. "Lo siento, me retrasé... el tráfico fue terrible," mintió torpemente, sabiendo que era una excusa cogida con pinzas.

Derek arqueó una ceja, claramente no comprando ni una palabra de lo que Spencer estaba diciendo. "¿Tráfico, eh? Claro que si, el tráfico puede ser realmente vergonzoso."

Spencer abrió la boca para protestar, pero en ese momento, Emily se acercó, sosteniendo su taza de café, con una sonrisa igual de maliciosa en los labios. "¿Tráfico, dices? Interesante... Aunque parece que alguien tuvo una mañana bastante ocupada," comentó, dándole un vistazo rápido al estado desordenado del cabello de Spencer mientras pasaba de largo y se apoyaba en la mesa de Derek.

"D-Debería revisar los archivos," tartamudeó Spencer, intentando desviar la conversación mientras se dirigía a su escritorio con rapidez.

"D-Debería revisar los archivos," tartamudeó Spencer, intentando desviar la conversación mientras se dirigía a su escritorio con rapidez

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Pero no se libró tan fácilmente. Mientras se sentaba, escuchó a JJ acercarse a Derek y Emily, murmurando algo que hizo que ambos estallaran en una risa discreta. Spencer, tratando de concentrarse en la pantalla de su ordenador, no pudo evitar preguntarse si podían leer su mente y sabían en que estaba el pensando.

Finalmente, mientras intentaba perderse en los informes, su teléfono vibró en su bolsillo. Lo sacó rápidamente, esperando algún mensaje sobre un caso, pero cuando vio tu nombre en la pantalla, su corazón dio un vuelco.

"¿Llegaste sano y salvo?" decía tu mensaje, acompañado de un emoji travieso que claramente indicaba que sabías exactamente la razón de su retraso.

Spencer sonrió, un pequeño gesto que hizo que su corazón se sintiera un poco más ligero, incluso en medio de las burlas de sus compañeros. Sus dedos se movieron rápidamente por la pantalla mientras respondía.

"Sí, pero ahora tendré que soportar las bromas todo el día. Tú tienes la culpa."

La respuesta llegó en cuestión de segundos. "Valió la pena, ¿verdad? ;)"

Spencer no pudo evitar reírse entre dientes, un sonido que llamó la atención de Derek, que levantó la vista con una sonrisa curiosa.

"¿Algo divertido, Reid?" preguntó Morgan, fingiendo inocencia.

"Sólo... un mensaje," respondió Spencer, guardando su teléfono con una sonrisa en los labios, mientras el calor en sus mejillas comenzaba a disiparse. Sabía que el día sería largo y lleno de trabajo, pero con el recuerdo de esa mañana y tu mensaje fresco en su mente, de alguna manera, todo parecía mucho más manejable.

Porque, después de todo, incluso aunque llegara tarde todos los días, y tuviese que soportar esa estúpida sonrisilla de Morgan cada vez que se girase, si eso significaba compartir esas mañanas contigo, valdría la pena.

One Shots || Spencer ReidDonde viven las historias. Descúbrelo ahora