Te atrae aún más cerca, tan cerca que puedes sentir el calor de su respiración rozando tus labios. Sus manos descansan suavemente en tu cintura, apenas rozando la piel a través de la fina tela de tu camiseta, con una caricia tan delicada que te eriza la piel. Spencer parece relajado, aunque sabes que ambos sienten la emoción en el ambiente. De manera casi instintiva, acerca su rostro al tuyo, rozando su nariz con la tuya, como si estuviera probando los límites, jugando con la tensión entre ustedes.
Tu corazón late desbocado, y sin pensarlo mucho, te inclinas un poco más, hasta que tus labios quedan a un suspiro de los suyos. La distancia es mínima, tan pequeña que sus alientos se entremezclan, como una conversación silenciosa entre los dos. Por un segundo, te preguntas si esto está bien, si deberías parar, pero rápidamente te das cuenta de que no importa. Se siente tan bien, tan natural, como si todo este tiempo hubieran estado esperando este momento.
Spencer siente su pulso acelerarse al principio, pero la cercanía de vuestros cuerpos y la tranquilidad del momento lo calman. Su respiración se ralentiza, sincronizándose con la tuya mientras sus labios casi rozan los tuyos. Sus manos suben lentamente, con ternura, hasta acunar tu rostro. Sus dedos son cálidos contra tu piel, y en sus ojos ves un brillo de nerviosismo, pero también de deseo, de algo que ambos han estado evitando durante demasiado tiempo.
Sus ojos se encuentran con los tuyos por un instante, cargados de emoción, antes de bajar lentamente hacia tus labios. Y entonces lo ves: esa duda, esa pregunta que cuelga en el aire entre vosotros, algo que él necesita confirmar, aunque la respuesta ya es obvia.
Tus labios se curvan en una pequeña sonrisa, casi incrédula, como si no pudieras creer que las cosas hayan llegado a este punto. Entonces, en ese momento, escuchas su voz, suave y serena, llena de anhelo:
"¿Puedo besarte...?"
Su tono es tan tierno, tan lleno de calidez, que no puedes evitar sonreír aún más. Asientes suavemente, sin decir una palabra, dejándole saber que no solo puede, sino que lo has estado esperando.
Ante tu respuesta, ves cómo una pequeña sonrisa ilumina su rostro, una mezcla de alivio y felicidad que lo hace brillar. Se inclina lentamente, con una delicadeza que parece casi irreal, hasta que sus labios están a milímetros de los tuyos. Por última vez, sus ojos buscan los tuyos, una última conexión antes de dejarse llevar. Y entonces, cierra los ojos, y se concentra solo en la proximidad de tus labios.
Finalmente, sus labios rozan los tuyos, apenas tocándote al principio. El beso es suave, tan lento que parece casi venerado, como si ambos estuvieran tratando de saborear cada segundo, sin prisas, sin urgencias. Es un beso tranquilo, pero lleno de significado, una promesa silenciosa de todo lo que está por venir.
Sientes cómo se toma su tiempo, cómo disfruta cada momento de esa conexión. No hay prisa, solo el deseo de prolongar este instante, de hacer que dure para siempre. El beso es delicioso, profundo en su simplicidad, y ambos saben que, aunque todo haya cambiado, no quieren que termine.
Spencer siente cómo todo lo demás desaparece. Ya no existe el mundo exterior, solo tú entre sus brazos, la línea borrosa que separa vuestros cuerpos y la sensación de tus labios contra los suyos. El beso sigue siendo lento, lleno de ternura, como si en ese momento estuviera grabando en su mente cada pequeño detalle, cada sensación.
Para él, no hay nada más que ese instante. No hay dudas, no hay miedo, solo la certeza de que, de alguna manera, siempre estuvieron destinados a estar así.
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One Shots || Spencer Reid
RomanceOne shots sobre Spencer Reid x Lector/a. Algunos muy cortitos y también los habrá +18 Ningún personaje de Mentes criminales me pertenece.