No me voy a quedar.

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17:20PM Ruslana.

— ¿CÓMO QUE QUÉ HAGO AQUÍ? ¿ME LO PREGUNTAS A MÍ Y NO A ELLA, VIOLETA? — Digo completamente exaltada.

Violeta suspiró haciendo bailar sus ojos entre la desconocida y yo, parecía estar maquinando una buena respuesta.

— Ruslana te juro que quería contartelo, esto solo lo sabe Alberto... Como corra la voz me puedo meter en un buen lío. —

Arrugué mi frente sin apartar la dirección de mi pistola de la pelinegra.

— Violeta qué coño estás haciendo... — Musito mirando a mi compañera con mis ojos que proyectaban todas las dudas que estaban corriendo por mi cabeza.

— Baja la pistola, te lo explicaré todo ¿Vale? Chiara no hará nada, te lo prometo. — Aclaró Violeta cortando distancia entre nosotras, posó su mano en mi brazo contagiando calma.

Violeta era una de las personas en las que más confiaba en el refugio, por eso me extraña que no me contase de primera mano todo lo que está ocurriendo.
Bajé mi pistola guardándola en su correspondiente funda, crucé mis brazos tomando distancia de esa tal Chiara, Violeta comenzó a contarme.

17:28PM Chiara.

La aparición de esta pelirroja me desmontó toda la tarde.
Estaba tranquila jugando con Oliver mientras ambos esperábamos que Violeta nos trajera un aperitivo para sobrellevar el comienzo del caer del día y ver a esta desconocida en lugar de Violeta realmente me asustó.

No suelo asustarme, tengo nervios de hierro y sobretodo por obligación porque en este mundo es lo que prima junto a la supervivencia, un pequeño error te puede hacer dormir en un ataud pero esta tal Ruslana despertó ese miedo que llevaba mucho tiempo amansado en mí, haciéndome temer por mi vida por primera vez en mucho tiempo.

Por ello permanecí callada junto a Oliver, que no abandonaba el espacio entre mis piernas pues seguía alerta mientras yo intentaba calmar mis nervios cruzándome de brazos, no quería dejar visible mi temblor intentando no parecer débil con una cara de pocos amigos para tratar de reflejar lo contrario.

— Ah ¿Osea que esta tía casi te mata y encima le dejas quedarse aquí? — Dijo Ruslana con incredulidad buscando los ojos de Violeta para encontrar las respuestas que le faltan.

— Sé que nos falta comida incluso para nosotros mismos, pero Ruslana, Chiara tiene buenas habilidades... Lo comprobé yo misma mientras huía de ella, sé que es una manera extraña de conocer a alguien pero algo me dijo que la trajera con nosotros. — Exclamó Violeta en un arrebato de sinceridad, ¿Realmente pensaba que tenía buenas habilidades? Eso me halaga bastante.

— Ya tengo todos sus datos y ahora mismo esta en observación aunque ya ves que no se retuerce del dolor ni nada por el estilo, estoy siguiendo todos los protocolos posibles habidos y por haber Ruslana, tan solo te pido que esto no salga de aquí. —

— Violeta una boca más que alimentar no nos viene nada bien, además es muy rara la manera en la que os habeis conocido ¿Os queríais matar mutuamente hace horas y ahora estais tan tranquilas? — Exclama Ruslana haciendo enfasis en "horas", realmente tiene algo de razón.

— Mira Ruslana — Rompo mi silencio. — Sé que esta situación es muy complicada y que realmente no conozco a Violeta ni siquiera hace un día, que todo esto es muy intenso... Y si realmente me dijeran hace 3 días que estaría dispuesta a convivir con un grupo tan grande como el Grupo Luna creeme que me echaría a reir de lo ridículo que suena... — Digo de manera intensa y sincera, con un dejo de tristeza — Estoy sola por obligación practicamente, y me gusta estarlo, por ello no me uniré al grupo así que de eso no te preocupes.
Soy consciente de toda vuestra situación en el refugio y la falta de comida, y creeme que soy a la primera a la que no le hace gracia... —

Ruslana me miraba expectante de mis palabras, pues no me había visto hablar hasta ahora.

— No me uniré al Grupo Luna, y gracias Violeta por decir que tengo buenas habilidades, pero no estarán presente en el grupo. — Confesé chocando mis ojos con los de Violeta, los cuales me miraban con tristeza ante la noticia. — Ruslana soy consciente de que no estais en vuestra mejor época, pero yo tampoco, de no ser por Violeta en 2 días estaría muerta por inanición... Me dejé capturar pues ví una oportunidad para sobrevivir, y siento ser egoísta pero quiero vivir.

Ruslana parecía molesta por mis declaraciones y lo dejó ver mientras gruñía.

— Violeta no tengo tiempo para esto, más tarde tú y yo vamos a tener una charla y me da completamente igual que no quieras. — Dijo Ruslana acercándose a la chica dando un par de toques en su pecho con su dedo de manera amenazante. — Yo simplemente vine aquí a por balas y me he llevado el mayor chasco de la semana... — Tomó un par de cajetillas de balas que formaron un tintineo ante el movimiento brusco de Ruslana que reflejaba su enfado, marchando hacia las escaleras y abandonando el sótano.

Violeta y yo nos quedamos en silencio, Oliver se tumbó en el suelo abandonando el espacio de mis piernas al no detectar ningún peligro presente.

— Violeta... — Musité con un tono bajo mirando a la chica que permanecía preocupada y con su mirada perdida.
— No quiero que pienses que no disfruto de tu compañía y que estoy aquí para aprovecharme, bueno en cierta manera... Sí pero no de la forma que piensas, el poco tiempo que hemos pasado juntas me ha encantado, menos cuando me propinaste el librazo, eso no... — Dije soltando una pequeña risa intentando contagiársela a la chica, en vano — De no ser por tí estaría muerta de hambre en poco tiempo, y eso es lo que te agradezco eternamente —

Violeta me miró fijamente con sus ojos levemente cristalinos mientras apretaba sus labios respirando de manera algo pesada.

— Chiara, la he liado- Confesó. — Y no te entiendo, ¿Quieres actuar sola pero disfrutas de mi compañía? Lo siento pero sí haces parecer que te estás aprovechando de todo esto y más sabiendo completamente la situación, siento que estoy traicionando al grupo contigo aquí. — Exclamó con su tono de voz un tanto más alto que al principio.

— Violeta que yo esté sola por obligación casi del destino no significa que me guste estarlo. — Respondí igualando mi tono al suyo, ambas nos quedamos en silencio luego de mi declaración.

— Si tanto te preocupa la comida, comeré solo una vez al día. — Dije tajante poniendo rumbo a mi habitación improvisada, necesitaba estar sola al haber recordado todo lo que ocurrió para obligarme a actuar solo con la compañía de Oliver.

No podía volver a permitir el perder a alguien importante para mí, por ello solo dejaba a mi perro acompañarme.

17:37PM Violeta.

La he liado. La he liado bastante, Ruslana no tenía por qué enterarse de la existencia de Chiara.
Alberto no estaba para nada de acuerdo con todas las responsabilidades que me creé trayendo a la pelinegra al refugio, además tenía en cuenta la escasez de comida pero tras mis súplicas y convicciones sobre las habilidades de Chiara y su ingreso al grupo luego de su cuarentena, parecí ganarme su aprobación.

Que Chiara quisiera unirse al grupo a pesar de todas las comodidades que le estaba otorgando... Sé que no son las mejores ¿Pero tánto le cuesta quedarse con nosotros?
No conozco sus razones para actuar sola pero parecen tener mucha importancia y seriedad para ella, si Chiara abandona el refugio luego de la cuarentena me va a caer una gorda y ni me imagino las consecuencias.

Por mi propio bien, tengo que hacer que Chiara se quede... Por las buenas o por las malas.

Del Infierno al olvidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora