—Al fin, encontré una abejas —dice Arion emocionado y cansado de su búsqueda—.
—¿Qué fue lo que dijo, Birs? ¿Si veo una abeja, cerca hay una colmena —dice Arion en voz baja, hablando consigo mismo—.
—Eso es. ¡La seguiré? —exclama con emoción mientras corre tras de ella—.
Arion corre entre los árboles con gran agilidad, ya sus ojos estaban tan adaptados a la oscuridad que podía ver todo con claridad. Cientos de insectos vuelan a su alrededor y le cuesta mantener su atención en la abejas, pero está determinado en salvar a sus amigos, y solo corre con la esperanza de encontrar rápido la colmena.
—¿Donde está esa abeja? Espero no haberla perdido —dice con preocupación mirando de un lado a otro—.
Con desesperación comienza a buscar, caminando en círculos con la esperanza de encontrarla otra vez —cada segundo cuenta Arion —se dice apartando a todos los insectos que chocan contra él—.
Cómo si fuera obra de Neon, cuatro abejas pasan volando cerca de él y vuelan a su derecha. —¡Si! Esta vez no las perderé —grita con fuerza y felicidad, comenzando a correr tan rápido como puede, levantando las hojas muertas del suelo y rompiendo las ramas secas a su paso—.
Al poco tiempo llega al borde de un acantilado cubierto de flores, quedando maravillado por lo hermoso del paisaje y aterrorizado al ver cómo las abejas tienen su enorme colmena al otro lado.
—¡Mierda! ¿Tengo que cruzar? —dice enojado mientras el viento que sube con fuerza desde el acantilado hace ondear su cabello—.
Arion ve muy cerca de él un viejo tronco caído que pasa de un lado al otro, tan podrido que se cae a pedazos por si solo. —¡Ja! Esto va a ser muy sencillo! Dice con una sonrisa en su rostro, feliz por lo fácil que está resultando todo—.
Sube el árbol con confianza y camina con paso seguro mientras que pedazos del tronco van cayendo conforme avanza. El viento vuelve a soplar con fuerza y el tronco aún más débil que antes comienza a moverse.
—¿Qué está pasando? —grita Arion a punto de caer—.
Rápidamente se agacha y se sujeta con fuerza al árbol para no perder el equilibrio mientras pasa el viento que cada vez sopla más fuerte.
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Las Crónicas de Arion Horrores de la Jungla
Horror3 niños se adentran a una jungla espesa con el fin de recolectar frutos medicinales para el consumo de su aldea, al llegar quedan maravillados por la belleza del lugar decidiendo explorar la zona que poco conocen ignorando las advertencias y el peli...