tocar (te).

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1979
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Los flacos dedos de García se movían con rapidez sobre el piano, era de noche, el comienzo del recital estaba cerca mientras que su casa estaba lejos de todo. La melodía de algún tema jamás editado de la Máquina de Hacer Pájaros estaba chocando en ecos en cada pared del cuarto, solo, leyendo las partituras. Unos suaves toques desenfocan la mirada del piano a la puerta, alguien la abre.

El vestido de flores de Elvira entra en movimiento al cruzar la puerta y el hombre suelta un suspiro mientras que en su cara se pinta una sonrisa. La estaba esperando hace rato.

"Viniste, nena." Murmuró, besando sus labios y dejando caer sus manos en la cintura de su mujer.

"Sí, me costó bastante porque habían muchos autos pero me bajé y vine corriendo."

Explicó Elvira moviendo sus manos con cada palabra que decía, Charly simplemente hundió su cabeza en el hueco de su cuello. Oliendo ese satisfactorio aroma a perfume, dejando besos, subiendo hasta llegar a sus labios. Las manos inquietas, apretando suavemente su piel.

"¿Qué hacés, Charly?" Susurró Elvira.

"¿Qué pensás que hago?" Respondió en un tono juguetón.

El cigarrillo que estaba sobre el cenicero se tuvo que apagar, rápidamente las manos atraparon los muslos de la mujer por debajo de su vestido. Ella soltó un quejido desde el fondo de su garganta, el pegó su cuerpo contra el piano sin dejarla respirar ni un segundo.

Ese choque entre su piel y la madera fría del piano la dejó helada, brillando y sonriendo con ganas. Pudo sentir su intimidad mojándose con solo ese gesto.

Sin perder tiempo Charly empezó a dejar besos por sus hombros, notando como la piel de Elvira reaccionaba a cada toque. Se sentía como fuego, como una danza que dolía y a la vez se disfrutaba. El vestido no tardó en desaparecer lentamente gracias a las manos ya acostumbradas del hombre mientras que ella sacó su remera dejando al descubierto el torso de Charly. Perfecto para ella. No pudo evitar lamer sus labios una vez más, bajando su mirada.

"Cuidado con lo que hacés..." Avisó ella.

"¿Por qué?" La miró burlona. "Si dejás de hacer esos ruidos capaz no se entera nadie."

Elvira rodeó los ojos, pegándole un codazo. Disfrutaba estar casi desnuda a la vista de él y que aún así pudieran pasar un buen tiempo juntos, bromeando, riendo y haciendo el amor.

"Entonces no me hagas hacerlo."

"Por algo te tapo la boca, nena."

Imaginas ; Charly García Donde viven las historias. Descúbrelo ahora