CAPITULO 13

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Viernes, 5 de marzo

—Vamos, dame un abrazo. —Lauren estaba de rodillas con los niños.

Las miradas de desilusión en sus caras desgarraron a Camila de un modo que nunca creyó posible. Dios, ¿Es siempre así? ¡Yo nunca sería capaz de irme a ningún sitio!

—¿Vas a estar mucho tiempo? —Preguntó Chris con su cara escondida en el largo pelo de Lauren.

—Sólo estaré el tiempo estrictamente necesario, compañero. Ya lo sabes. Estaré de vuelta tan pronto como pueda.

—Te echaré de menos. —Aaron le dio un beso en la mejilla y Lauren lo envolvió con su otro brazo.

—Yo también los voy a echar de menos chicos. Y les prometo que cuando venga, tendremos pizza y películas de Disney todo el día el primer domingo, ¿vale?

—¿Pueden Camila y Gremn ver las películas y comer pizza también? —preguntó Chris, colocándose las gafas y mirando a Camila con una tímida sonrisa. Lauren miró a la escritora, dirigiéndole una pequeña sonrisa, Así que has embrujado a mis hijos también, ¿eh?— Si ella quiere. —sus ojos se clavaron en los de Camila con la misma adoración con la que la estaba mirando Christopher— Pero se lo tendrás que preguntar tú mismo.

Antes de que Chris pudiera abrir la boca, Camila contestó. Mantuvo la mirada penetrante de Lauren mientras hablaba— No me lo perdería por nada del mundo. Me encanta pasar tiempo con ustedes chicos. —se oyó a sí misma decir. Huh. Es verdad. Judd moriría de un ataque al corazón si me oyera decir esto. Bajó la mirada hacia Chris y le dijo apuntando con el dedo en señal de advertencia— Pero pizza para Gremnlin no, que le hace eructar.

Lauren hizo una mueca de dolor al oír el nombre del perro— Hablando de Gremnlin. —Esa odiosa pequeña bola de pelo— Camila va a necesitar que alguien lo cuide mientras no estamos, y estamos de acuerdo en que sean ustedes quien lo haga, si están de acuerdo claro. ¿Qué dicen? 

Los niños gritaron, pero Ashley, que permanecía al lado de Emma, solo se encogió de hombros evasivamente. Lauren se levantó y se dirigió hacia su hija— Venga, Moppet. —Su oscura cabeza se inclinó en gesto de súplica— Tú eres la mayor, tienes que estar de acuerdo también.

—Vale. —Ashley intentó sonreír, pero sin éxito.

Lauren se inclinó y rozó la nariz con la de su hija— Tengo una sorpresa para ti. Sin poderlos controlar, los ojos de Ashley brillaron con un renacido interés— ¿Sí?

—Síp. —Lauren silbó y la puerta se abrió. Gremnlin entró en la habitación seguido de cierta antigua miembro de la policía estatal de Ohio, que finalmente había sido aceptada para unirse al Servicio Secreto. Los ojos de Ashley se abrieron como platos cuando vieron a su amiga— ¡Amy! —Corrió a través de Lauren, sus hermanos y Camila para abrazar a la mujer por la cintura, apretando tanto como podía. Lauren dio gracias a Dios por haber hecho finalmente algo que hiciera sonreír a Ashley. Sabía que había sido un invierno difícil para la niña.

Lauren le preguntó a Emma— ¿Estás segura de que quieres hacer de niñera de un perro también?

— Pss, ¿Por qué no? He estado cuidándote a ti durante cuatro años. El perro por lo menos me escuchará. —La mujer mayor le dio una juguetona palmada a la Presidenta en las costillas.

—Te lo agradezco mucho, Emma. —dijo Camila, encantada por la relación maternal existente entre Emma y Lauren— Creo que sería infeliz en una caseta después de toda la atención a la que está acostumbrado por los niños. Ellos lo aman.

La niñera sonrió— Es primavera —agitó la mano delante de ella—. Está en el aire.

Lauren sintió algo de aprecio por el feo perro de color café. Su cara parecía que hubiera sido aplastada por una gruesa sartén de acero. Ella sabía que ese perro era Republicano. — Ehh tú, pequeña bestia.

SEÑORA PRESIDENTA - CAMRENDonde viven las historias. Descúbrelo ahora