CAPITULO 16

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Viernes, 9 de abril.

Lauren suspiró al enfilar el pasillo. Miró a su agente del Servicio Secreto, el cual apartó la silla y se levantó en el momento en que ella salió de su habitación— Supongo que usted no podría dispararme ahora ¿verdad?

El hombre palideció un poco— ¿Sra. Presidenta?

— ¿Has hecho algo alguna vez que no querías hacer sólo para mantener a tus amigos felices?

Él empezó a relajarse y le dirigió a Lauren una sonrisa cómplice. — ¿Una cita a ciegas, Sra. Presidenta?

— Casi. No la he visto desde la Universidad. —suspiró Lauren— Bueno, al menos le dejé claro a mi Jefe de Personal que él y su mujer venían también —su cabeza se elevó rápidamente cuando la puerta de Camila se abrió varios metros más allá. Oh, mierda. Está genial. ¿Por qué tiene que estar tan guapa? Si no la conociera bien, aseguraría que está intentando volverme loca.

Se acercaron la una a la otra muy lentamente. Camila deslizó su bolso sobre un hombro mientras se dirigía hacia Lauren— ¿Así que ya estás preparada para tu gran noche? —Le había oído a Emma lo de la cita a ciegas de Lauren, y la idea no la hizo nada feliz. Lauren parecía cansada estos últimos días. Sólo tiene libres diez minutos a la semana. Debería gastarlos relajándose, o viendo la tele, o leyendo mi libro, o como sea. Pensó Camila orgullosamente, No complicándose más la vida. ¿Y qué si esa tipa es una gran doctora de Harvard? No me impresiona. ¡La Universidad de Tennesse es una gran escuela!

Lauren asintió y trató de sonar positiva.— Sí, será agradable volver a ver a Candy...ehh... Candance... um, Dra. Delaney, de nuevo —Una pequeña arruga apareció en la frente de Camila, y Lauren paró de hablar.

— Bueno, debería irme. Liza me pidió acompañarla a ella y a su novio. Umm... Un pariente suyo va a estar allí. Y... bueno...

— ¿De verdad? No sabía nada —Dijo Lauren, esperando que ningún ser divino llevara la cuenta de sus mentiritas inofensivas, especialmente cuando estas tenían que ver con Camila. Si llevaban la cuenta, estaba en grandes problemas.

Camila se colocó las gafas incómoda. Sintió una inexplicable urgencia por justificarse ante Lauren— Estaba volviéndome un poco loca últimamente. Hace seis meses que no salgo a ningún sitio. Y ella... Liza, me lo pidió. Necesitaba una cuarta persona para que su familiar no se sintiera incómodo. —¿Por qué me siento como si la estuviera traicionando? ¡No somos pareja!

— Oh, lo entiendo completamente —Voy a ir derecha al infierno— Nunca sabes cuando puedes conocer a Don Perfecto.

Camila sonrió débilmente y se encogió de hombros. Por alguna razón no esperaba conocer a Don Perfecto esa noche— O Doña Perfecta

— ¿Huh? —Lauren prácticamente gritó

— ¿Candice Delaney? —Aclaró Camila, sorprendida por la reacción de Lauren— ¿Tu cita de esta noche? —Sus mejillas se enrojecieron por la vergüenza— Um...Emma la mencionó un par de días atrás. Por eso sé su nombre. — Y no he sido capaz de pensar en otra cosa desde entonces.

— Oh, sí —Lauren intentó no parecer muy abatida. Dirigió la cabeza en dirección contraria a la dirección que tenía que tomar Camila— De hecho, iba de camino hacia allí.

Camila ojeó el traje de Lauren. Perversamente deseaba que esa tal Dra. Delaney no fuera del tipo "falda y tacón".

— Ya me he dado cuenta. Bonito traje.

— Gracias —una pequeña sonrisa de dibujó en la cara de Lauren— Lo mismo digo —Tímidamente, se metió las manos en los bolsillos y se golpeó los tacones— Bueno, te veo luego —Pero no hizo ningún esfuerzo por moverse.

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⏰ Última actualización: Oct 21 ⏰

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