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Después de eso no volvimos a hablar, bueno, solo había pasado una semana y un par de días desde eso.
A veces hacíamos contacto visual, pero nada más allá de eso.
Puede que mis amigos tuvieran razón y si que me gustase, solo un poco, pero eso era algo que no pensaba decirle a nadie.

Todo iba como siempre, cuando me senté en mi silla pude ver que Megumi entraba en clase, pero tenía un par de tiritas en su cara y una venda se podía ver en su cuello.
Miré a Riku, que tenía una sonrisa de oreja a oreja mientras me miraba.
Sus ojos oscuros estaban llenos de maldad, y pude sentir como la vena de mi frente se empezaba a notar.

—Sukuna, ¿qué te pasa ahora?—Dijo Maki.
—Nada, solo pienso en mis cosas.—Dije de mal humor.
—Bueno, parece que vas a darle una paliza a alguien, ¿de quién hablamos?

Miré a Riku con mala cara.

—¿Otra vez?
—Si.

Ese comportamiento era bastante normal en mi, y no me escondo, lo disfruto más que nada en este mundo.

★☆★

Cuando llegó el descanso, me despedí de mis amigos y fui detrás de Fushiguro.

—Fushiguro.

Cuando se giró pude ver que además de eso, tenía varias heridas en la cara que no había cubierto con tiritas.

—Quién fue.

Sus ojos se abrieron con sorpresa, pero solo susurró un "ven" y comenzó a caminar.
Llegamos a un aula que siempre estaba vacía, se sentó en la única mesa que había y suspiró.

—Ya te seguí, ¿vas a decirme quién fue o voy a tener que golpear a todos los sospechosos?
—No es necesario que golpees a nadie.

Me acerqué un poco más y pude ver sus heridas más de cerca.

—Si que lo es.
—Solo te quiero pedir un favor.
—Soy todo oídos.
—¿Podría ir con ustedes en el descanso? Quiero decir, si no quieren no...

Ni siquiera le dejé terminar de hablar.

—Claro, puedes venir siempre que quieras, también puedes sentarte con nosotros en clase.

Me acerqué un poco más a la mesa en la que estaba sentado y me acerqué a su oído.

—Pero antes me dejarás saber quien te golpeó.

Pude sentir el escalofrío que recorrió su cuerpo y sonreí cuando susurró justo lo que quería escuchar.

—Riku...

Me alejé un poco de él y sentía el corazón a mil, le miré justo antes de hablar.

—De él ya me ocuparé después, vamos, te presentaré a los demás.

Cuando por fin les encontré, nos acercamos a ellos y cuando me vieron con él pude ver que Nobara le daba dinero a Maki y que Inumaki casi se atraganta con su comida.

—Si que dais una primera buena imagen, idiotas...

Pude escuchar a Fushiguro reír un poco y sentí como mi corazón se detuvo por completo.

𝑻𝒉𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒄𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒐𝒚 | 𝖲𝗎𝗄𝗎𝖿𝗎𝗌𝗁𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora