𝖯𝗋𝗈́𝗅𝗈𝗀𝗈

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Holii, antes que nada quiero decir que la personalidad de los personajes se verá afectada en esta historia.

Dicho esto, espero que lo disfruten.

★☆★☆★☆★☆★

Me encontraba sentado en mi pupitre, mientras que las únicas chicas de nuestro grupo parecían estar a punto de matarse una a la otra.
Mi hermano intentaba calmarlas, cosa que estaba siendo realmente imposible y la pareja de chicos observaba la situación.

—¡Inumaki, diles algo!
—No, que lo arreglen entre ellas.
—¿Yuta, tú tampoco harás nada?

Okkotsu negó con la cabeza sonriendo, mientras acariciaba la mano de su novio con cariño.

Yuuji me miró y yo solo pude reírme, las chicas se veían demasiado idiotas peleando sobre que era mejor: La tarta de queso o la tarta de zanahoria.
Entendí lo que mi hermano quiso decir, pero antes de intervenir escuchamos la voz del profesor, pidiendo silencio.

—Atención, hoy se incorporará un nuevo compañero.

¿Un nuevo alumno? Vaya, quizá el día se vuelva interesante.
Quiero decir, en este centro llevan entrando chicos que van de chulos desde hace años, y no mentiré, adoro poner a los chulos en su lugar con un par de golpes.

—Pasa, Fushiguro.

Cuando alcé la mirada pude sentir como mi corazón se detenía por un momento.
Era un chico pálido, tenía el pelo oscuro, bastante oscuro. En cambio, sus ojos eran como dos zafiros, y parecía algo tímido.
Pude ver un piercing en su ceja, otro en su nariz y otro más en su labio.

—Hola, mi nombre es Fushiguro Megumi, acabo de llegar de Francia y espero poder integrarme bien.

...

Así que un francés...bueno, es interesante.
Habla bastante bien japonés, aunque la pronunciación es algo rara...¿por qué sus ojos son tan brillantes? Y con esas pestañas, parece que lleva maquillaje. Bueno, me gustan sus piercings, son interesantes.

—¿¡Sukuna, nos estás escuchando!?

Me sobresalté al oír la voz de Nobara, y cuando la miré, todos en aquel grupo me miraban.
Mire a Kugisaki, que me miraba sonriendo.
Nos encontrábamos sentados en un escalón mientras almorzábamos algo rápido.

—¿Qué mierda quieres, rata? Como sigas mirándome así te golpearé en la cara.
—No sería muy educado golpear a una mujer.
—Tú no eres una mujer, tú eres un jodido animal.

Todos observaron a la castaña, y cuando vi esa sonrisa traviesa y sus cejas levantadas, un escalofrío recorrió mi espalda.

—¿Acaso Sukuna se a fijado en el nuevo?—Dijo Nobara. Retiro lo dicho sobre ella, solo una mujer es tan observadora.
—¿El chico de los piercings? No sabía que era tu tipo.

Miré a mi hermano, mientras le decía con la mirada "Cierra el hocico si no quieres que esta tarde te corte las malditas piernas" y como si de magia se tratase, se calló.

—No lo es, además, si le estaba mirando solo era para saber si era un idiota. Llevo demasiado tiempo sin dar unos cuantos golpes.
—Claro, por eso estabas que se te caía la baba.
—Tú a callar, Yuta.
—Tranquilo, amigo, todos te apoyamos.

Me levanté con rabia del lugar mientras escupía un "Que os jodan a todos, menos a Maki y a Inumaki, que al menos saben cerrar la boca"
Después de patearles un par de veces me senté de nuevo y me crucé de brazos.

En realidad, si que es bastante lindo...

𝐀𝐪𝐮𝐢́ 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐫𝐚, 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐞́ 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚 ♡

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𝐀𝐪𝐮𝐢́ 𝐥𝐚 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐭𝐨𝐫𝐚, 𝐞𝐬𝐩𝐞𝐫𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐞𝐬 𝐞𝐬𝐭𝐞́ 𝐠𝐮𝐬𝐭𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐩𝐨𝐫 𝐚𝐡𝐨𝐫𝐚 ♡

𝑻𝒉𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒄𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒐𝒚 | 𝖲𝗎𝗄𝗎𝖿𝗎𝗌𝗁𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora