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A la mañana siguiente desperté, recordé todo lo que pasó y el calor me subió a las mejillas demasiado rápido.

—¿Megumi está enamorado de mi?
—¿¡Qué!?

Me sobresalté al oír la voz de Nobara y Yuuji, abriendo la puerta de mi habitación con rapidez.

—¡¿Qué mierda haces en mi casa?!
—Ayer me encontré a tu madre y me invitó, así que me quedé a dormir, ahora, cuenta.

Vi como ambos se sentaron en los pies de la cama, omitiendo eso último que me dijo sobre su madre.
Le conté sobre los besos y sobre lo que yo le dije.

—¿En serio le dijiste eso?
—Por desgracia, si...voy a morir de la vergüenza cuando hable con él.
—Bueno, tienes suerte, si él recuerda lo de ayer no creo que quiera hablar contigo.

Miré mal a mi hermano cuando mi móvil comenzó a sonar.

—Genial, Yuuji, lo has invocado.
—¡Contesta!

—¿Hola, Megumi?
—Lo siento.
—¿Eh, por qué te disculpas?
—Por hacerte venir a mi casa por la noche.
—Yo mismo quise ir, si no hubiera ido a lo mejor hacías alguna locura.
—Si, si...gracias.

Estuvimos hablando un poco más y luego me comentó que tenía que colgar, me despedí y finalizó la llamada.

—Joder, estoy enamorado hasta el culo.
—Ya, eso lo sabíamos todos desde que apareció en clase.—Dijo Yuuji

No pude evitar sonrojarme al recordar como me dejaba besos en la cara y el cuello.

—Soy una persona sucia, Nobara.
—No te preocupes amiguito, tener pensamientos sexuales sobre con la persona que te gusta es normal.
—Cierra la boca.

Me tapé la cara con las manos y pude escuchar la risa de los dos intrusos en mi habitación.

—¿Crees que se acordará de todo?
—Sé que se acuerda de todo...
—Pues entonces sólo queda una opción.—Dijo Nobara
—Ilumínanos.
—Tienes que decirle lo que sientes, sabes que serás correspondido así que ahora no te puedes acobardar.

Me llevé la mano a la barbilla, pensativo.
En realidad no tengo nada que perder.

—No me agrada decírtelo, pero tienes razón, se lo diré.
—¡Ese es mi gay!

Miró a Yuuji, y le pasó un brazo por encima del hombro.

—Corrijo, ¡Esos son mis gays! Llamaré a Inumaki, esto tiene que saberlo.
—¡No! No quiero que lo sepan hasta hasta que pase algo, por si me rechaza, solo recibiré burlas de tu parte.
—No te rechazará, seguro.
—Voy a escribirle.

Gumi

-Megumi, hoy, tú y yo, salir.

-¿Tienes la capacidad mental de formular una frase?

-Si o no

-Claro.

—¿En serio, tú y yo, hoy, salir? Si intentas impresionarlo, no lo estás consiguiendo.
—Tú cállate, estoy nervioso, ¿vale?

Cuando llegó la tarde, pude ver como empezaba a llegar gente a mi casa, y antes de salir, estaba peleando con Maki sobre mi ropa.

—¡No vas a declararte vestido como un delincuente!
—No tengo ropa elegante.
—No tienes que ir elegante, solo...que no parezca que acabas de salir de una alcantarilla.

𝑻𝒉𝒆 𝒑𝒊𝒆𝒓𝒄𝒊𝒏𝒈 𝒃𝒐𝒚 | 𝖲𝗎𝗄𝗎𝖿𝗎𝗌𝗁𝗂Donde viven las historias. Descúbrelo ahora