14- 𝙋𝙧𝙤𝙗𝙡𝙚𝙢𝙖𝙨 𝙚𝙣 𝙚𝙡 𝙥𝙖𝙧𝙖í𝙨𝙤

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Me despedí de todos y salí con la maleta, Itadori había salido hace 5 minutos y me estaba esperando a una manzana de la escuela. Estaba tan nerviosa que juraría que iba a vomitar.

Cuando vi a Itadori de lejos fui corriendo hasta el y me lancé a él para darle muchos besos, como si no le hubiera visto en años.

Agarramos un taxi y nos llevó hasta el hotel, me encantaba no esconderme de que Itadori y yo nos queríamos con los extraños.

- dios mio.. - me quedé sin palabras al entrar a aquella habitación suite de lujo.

Nada más entrar te encontrabas con la sala de estar con sofás a juego con una mesita pequeña y una gran tele pegada a la pared, la pared era un ventanal que podías observar el centro de Tokio, luego había otra gran habitación con una gigantesca cama de matrimonio con ventanales y un gran baño con ducha y bañera, era una fantasía.

- esto es.. - no tenía palabras para describir lo hermoso que era todo.

Itadori se tiró a la cama como un niño pequeño, se giró a verme cuando vio que me reía de el apoyada en el marco de la puerta.

- aún no me creo que podamos estar tranquilos todo el fin de semana - dije emocionada.

- si, no hay nadie - dijo levantándose - solo tú y yo.. - se acercaba a mi mientras subía y bajaba las cejas rapidamente, empecé a reírme mientras este depositaba besos en mi cuello - ahora podemos hacer lo que queramos a la hora que queramos y donde queramos -

Me alzó y enredé mis piernas en su cadera, nuestras bocas pedían a gritos que se juntarán con la del otro, y no nos opusimos, lentamente Itadori fue hasta la cama, lanzándome en ella.

- estrenamos la cama? - pregunté con una cara coqueta, este se quitó la camiseta y se lanzó a mi en forma de respuesta.

Hacia mucho que las manos de Itadori no recorrían ni cuerpo, y lo había echado mucho de menos, esta vez todo iba más deprisa, hacía una semana exactamente que no manteníamos relaciones y eso para nosotros fue como una cadena perpetua.

Ya estábamos en ropa interior, Itadori no dejaba de besar todo mi cuerpo, mientras que yo lo atraía más a mi.

- te estaba echando de menos - comentó entre besos, no sabía si lo decía a mí o a mi cuerpo.

Después de besar y morder de caderas hacia arriba, volvió a mi boca, rozando su miembro realmente erecto contra mi parte íntima, gimiendo los dos a la vez.

Nos quitamos la única prenda que quedaba el uno del otro, Itadori abrió un preservativo y se lo coloqué, di os digo la verdad estaba ansiosa, estos días lo he echado de menos.

Itadori iba con la intención de ir despacio, pero mis caderas obligaron a meter la mayoría de su miembro, sorprendiéndolo y soltando un gemido alto los dos.

Fue un sexo más salvaje, pero se notaba como Itadori se aseguraba de ir rápido pero sin hacerme daño, era el hombre perfecto.

Esta vez duramos un poco menos de lo que normal durábamos, pero creo que fue por las ansias con las que comenzamos.

....

Nos duchamos y nos arreglamos, quisimos dar una vuelta por la noche después de cenar por el centro de Tokio, ya que ya estaba todo decorado por Navidad.

𝔍𝔲𝔤𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔠𝔬𝔫 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬❤️‍🔥 [yuji itadori]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora