𝔍𝔲𝔤𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔠𝔬𝔫 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬❤️‍🔥 [yuji itadori]

15- 𝙏𝙤𝙙𝙤 𝙨𝙚 𝙚𝙣𝙩𝙚𝙧𝙖

Me desperté por los rayos de luz, me estiré perezosamente, noté como estaba sola en la cama, y entonces me acordé de todo.

Me duché y arreglé como de normal, abrí la puerta del cuarto, tenía miedo por si Sukuna seguía tomando el control, pero solo vi a Itadori sentado en el sofá con la mirada perdida en sus manos.

- Yuji - dije alegremente yendo hacia el, me senté a su lado y lo abracé.

No dijo nada, pero tampoco se quejó del abrazo, seguía perdido y hundido en sus propios pensamientos.

- estás bien? - logré escuchar como me.preguntaba con una voz débil, me separé del abrazo y lo miré.

- si, y tú? - le respondí, mis manos se posaron en las suyas, en forma de apoyo.

- podría haberte matado - estaba aterrorizado, no tenía fuerzas ni siquiera para mirarme a la cara - y yo no hubiese podido hacer nada - sus ojos se cristalizaron - soy débil -

- no digas eso porfavor - le susurré, le volví a abrazar, me rompía el corazón verlo llorar - eres una de las personas mas fuertes que conozco -

- tengo miedo Mei - por fin se movió y me abrazó, yo no me quejé.

- eres fuerte, pero Sukuna aprovecha el mínimo para hacerte daño, sabremos solucionar esto, vale? - intenté tranquilizarlo, lloraba en mi pecho mientras yo le acariciaba el pelo - hablaremos con mi padre, el seguro que tendrá un plan - eso creo que le tranquilizó bastante.

Nos quedamos en silencio así, el lloraba y yo le consolaba, Itadori era muy fuerte, y el peso de llevar a un demonio tan maléfico como Sukuna lleva una responsabilidad que ningún ser humano podría aguantar. Me encantaría quitarle a Sukuna de él y encerrar a ese asqueroso demonio en un tarro y lanzarlo al mar.

....

- si papá, me lo estoy pasando muy bien - comenté mientras estaba dándome un baño de espuma, mi padre me había llamado.

- Miku está duchándose y sus padres se han ido a la compra - le expliqué, este se lo creyó todo.

Después de varios momentos dramáticos de que se sentía solo y que quería que volviera, pude colgar al fin.

- has descansado? - dije saliendo el baño y viendo cómo Itadori se estaba despertando, este asintió mientras bostezaba - estás mejor? - dije buscando ropa para ponerme en mi maleta.

- gracias - dijo con una voz aún dormilona, se sentó y se estiró.

Decidimos ir a dar otra vuelta por los callejones del centro donde había puestos de comida que se veían realmente deliciosos, me encantaba tener a Itadori de vuelta, gracias a esta salida se despejó de todo.

Después de toda la tarde y parte de la noche por ahí fuera, llegamos al hotel y decidimos ver una película en el sofá.

- oye.. - preguntó confuso Itadori, yo me giré a verle -que tienes ahí? - preguntó pasando una de sus manos por detrás de mi oreja, de repente sacó una cajita - creo que es para ti - le sonreí y le di un beso, no merecía a este chico.

- que es? - pregunté divertida observando la caja.

- solo lo averiguarás si lo abres - se burló el pelirosa.

Lo abrí delicadamente, abrí aquella pequeña caja y casi se me cae del susto, dentro habían unos pendientes preciosos, dios, le habrá costado otro riñón esto.