𝔍𝔲𝔤𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔠𝔬𝔫 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬❤️‍🔥 [yuji itadori]

32- 𝙨𝙚 𝙙𝙚𝙨𝙖𝙩𝙖 𝙡𝙖 𝙡𝙤𝙘𝙪𝙧𝙖

Itadori, agarrado de la mano de su pareja, Mei, se acercaban lentamente a la puerta que estaba bloqueada por una silla. Gojo, desde el otro lado, había conseguido meter un brazo e intentaba quitar la silla para poder entrar.

- papá te voy a abrir - aclaró la joven, Itadori quiso volver a darse la fuga, pero está se lo impidió - pero tienes que calmarte- pidió ella, mientras le daba un manotazo al brazo que intentaba quitar la silla.

- estoy calmado! - gritó enfadado aporreando la puerta, Mei simplemente negó con la cabeza mientras suspiraba.

- papa, hay que hablar, y necesito que te calmes - intentaba hablar la joven, pero era imposible calmar a ese hombre.

Itadori estaba en todo momento atrás de su pareja, hasta que Mei quitó la silla y empezó a abrir lentamente, fue cuando el pelirosa decidió ir hacia atrás, yéndose a una de las esquinas del cuarto.

Gojo fue recibido en aquella habitación por su hija con una sonrisa nerviosa, este no pudo evitar ver el top de su hija, con varios botones desabrochados.

Mei se empezó a colocar bien el top y abrochar los botones avergonzada, mientras Gojo entraba a la habitación, fulminando con la mirada a aquel pelirosa.

- papa... - Mei se acercó a él y le agarró del brazo, intentando que dejase de mirar mal a Itadori, pero era imposible.

- por que no habla el? - preguntó furioso el albino - si ha tenido el valor de tocarte - apretó sus puños fuertemente - que tenga valor de hablar! - Gojo se dirigió furioso a por su estudiante.

- papa, no! - Mei fue más rápida y se colocó enfrente de Itadori, protegiéndolo como si fuese su hijo - debes calmarte - pidió aterrada la chica.

- Mei, no te metas - se quejó su padre, y con un simple chasquido, Mei empezó a volar.

Y como si fuese un globo de helio, se quedó pegada a la pared, moviéndose torpemente, intentando mantener el equilibrio, pero era imposible.

Ahora ya solo quedaban dos en aquel ring, Itadori y Gojo.

El albino se lanzó a él, y el pelirosa torpemente se deslizó entre las piernas de su oponente y salió disparado de la habitación, segundos después el albino.

- hay alguien ahí!? - gritó Mei, ya que llevaba un minuto por lo menos en aquel techo sin poder hacer nada.

- se están peleando Gojo y mi brother? - preguntó para si mismo Todo mientras entraba a su cuarto mirando sus espaldas, pegando un brinco cuando vio a su mejor amiga suspendida en el techo - pero que demonios!? - soltó aturdido.

- Gojo se ha enterado de lo mío con Itadori! - contó horrirada la chica, Todo puso la misma cara al enterarse - hay que parar a mi padre! - dijo intentando correr, pero que estuviese levitando simplemente hacia verlo gracioso.

Todo agarró de una pierna a su amiga y la bajó, para luego agarrarla de la muñeca, y empezar a correr hacia los ruidos y estruendos.

Mientras tanto, Itadori corría por su vida, daba la casualidad de que el padre de la chica que estaba enamorado era el más fuerte del mundo.

No se dió cuenta pero entró al cuarto de su novia, haciendo enfadar más al albino.

- desde cuándo hace de esto!? - preguntó enfadado Gojo, mientras agarraba un pintauñas que se encontraba tirado en la cama mas próxima, la de Miwa.

- Gojo! Déjame que.. - no pudo acabar ya que aquel pintauñas aterrizó en toda la frente de el pobre chico, que se encontraba en la cama de su novia.

- porque demonios tocas a mí hija!? - los ojos azules que distinguían a aquel atractivo albino se estaban convirtiendo en rojo fuego de la rabia que llevaba dentro - confiaba en ti! - gritó aún más furioso, Itadori simplemente lo miraba con cara de lástima.

- no.. - Itadori quiso explicarse, pero un pintalabios aterrizó de nuevo en su frente, este se obligó a sentarse a los pies de la cama y sobarse la frente.

Esa pequeña distracción le dio el tiempo de sobra a Gojo para poder acercarse y agarrar del cuello de la camisa de su estudiante, este, cuando se vio en tal situación, dio por acabada su vida.