28- 𝙀𝙡 𝙧𝙞𝙩𝙪𝙖𝙡 𝙖𝙯𝙪𝙡

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Fue cuestión de segundos que Mahito empezó a moverse hacia nosotros, transformando a la gente de su alrededor en monstruos.

Todo me agarró como un saco de patatas y empezó a correr, sabíamos los tres perfectamente que querían volverme a secuestrar, pero no me gustaba nada dejar a Itadori solo.

- Yuji! - grité con todas mis fuerzas, este se giró para verme como me alejaba - Puede solidificar su sangre y lo usa como arma! - grité de nuevo, espero que me llegase a escuchar, pero ya estábamos lejos.

- quién de los dos - preguntó Todo al girar una esquina, perdiendo de vista todo el jaleo que se estaba creando.

- el castaño con una especie de cinta negra en la cara - describí a Choso, este me bajó.

- aquí estaremos bien hasta que vengan los demás - explicó Todo, estábamos en un baño.

- no podemos dejar a Yuji ahí solo - hablé horrorizada, apoyé mis manos en forma de puños en la puerta pegando un golpe de la rabia.

- es fuerte, podrá aguantar hasta que venga tu padre y más hechiceros - me intentó tranquilizar Todo, yo lo miré seriamente.

- tienes que ir con el - mi intención fue ordenárselo, pero sonó como una súplica.

- no pienso dejarte sola - Todo se cruzó de brazos bastante molesto, era lógico, pero no permitiría que le pasara algo a Itadori.

- y yo no pienso dejar que muera Yuji - estaba dispuesta a abrir la puerta, pero Todo me agarró del brazo, obligándome a mirarlo.

- ten fe en Itadori, es fuerte y lo sabes - apreté los dientes con rabia.

- que sea fuerte no quiere decir que tenga que llevar todo el - solté molesta, quise salir, pero Todo me atrajo a él, abrazándome y quedadome inmóvil suspendida en el aire.

- que piensas hacer? - me respondió molesto Todo mientras abría la puerta.

- no lo sé, pero quedarme de brazos cruzados aquí, no - dije apretando mis manos, odiaba ser débil, pero algo podría hacer.

Salí corriendo por donde habíamos venido, escuchaba los pasos de Todo a unos metros de mi, pero me daba igual, no iba a dejar a Itadori solo.

De repente, algo me agarró por la cintura y me hizo volar hacia atrás.

- acaso has perdido la cabeza? - escuché como me gritó Megumi, una rana suya me había atrapado.

Me zafé del agarre de sus ranas, nos miramos seriamente.

Hacia semanas que no le veía, cuando fue la ultima vez que lo vi? Ah, si..

....

Era una noche cualquiera, no había casi nadie en el bloque residencial, por no decir que no había nadie.

Estaba dormida, pero volví a tener esa pesadilla que había estado soñando durante toda esa semana

Sukuna mataba a mi padre

Me levanté agitadamente, mi cara estaba mojada por las lágrimas que habían estado cayendo desde hace rato y no me había dado cuenta, me estaba costando respirar, era fácil exhalar, pero no inhalar.

Me levanté como pude de la cama, estaba sola en el cuarto, y necesitaba a alguien, no quería estar sola. Andé haciendo s, abrí la puerta de un golpe y me dejé caer en la pared del pasillo de las habitaciones.
Mi espalda cuando se apoyó en la fría pared, dejo que mi cuerpo se dejase caer, sentándome en el suelo y abrazando mis piernas, intentando respirar.

𝔍𝔲𝔤𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔠𝔬𝔫 𝔣𝔲𝔢𝔤𝔬❤️‍🔥 [yuji itadori]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora