Diario de un chico malo ||L.S.

Capítulo 9.

Harry llegó tembloroso a clases, había faltado un día a la escuela.

Y no tanto por el sentimiento de bochorno y tristeza que se hacía presente cada vez que pensaba en Louis, si no por la vergüenza que había sufrido puesto que Louis lo había visto sin anteojos.

Por suerte había tenido un par de anteojos de repuesto en su casa, se los ajustó un poco mientras caminaba.

Tomaba la correa de su mochila con fuerza, con miedo a encontrárselo.

Cuando pensó que estaba a salvo, sintió que alguien tomó su brazo y lo jaló. Harry no pudo ver quién era, puesto que se encontraba demasiado ocupado intentando no perder el equilibrio y caer.

''Hey, tú''.

Se detuvieron y Harry alzó la vista, se encontró a Louis mirándolo fijamente con esos ojos azules penetrantes que le intimidaban y le gustaban. Se sonrojó al instante.

Mientras se miraban, Harry vio su expansor en su oreja derecha y su pircing en su labio inferior más de cerca. Era muy... hermoso.

Las cosas más bellas son las más peligrosas.

''Te traje algo, renacuajo'', habló Louis con voz brusca.

Harry inmediatamente bajó sus ojos y miró sus zapatos negros.

Louis, con vergüenza, sacó una caja en forma de corazón de color rojo llena de chocolates ricos, él mismo los había probado.

''Ten'', empujó la caja hacia él y Harry la tomó con torpeza antes de que cayera.

''¿P-para m-mí?'' preguntó Harry tartamudeando, el color rojo iluminando sus mejillas blancas.

''Estaban en oferta'' comentó con desinterés.

Inmediatamente Harry comenzó a sonreír como colegiala enamorada, Louis se sorprendió y asustó un poco.

''No me mal entiendas, enano'' bufó Louis, de pronto molesto, parando por completo la sonrisa de Harry. ''Es por tus lentes, es una manera de disculpas. No hables de esto con nadie, ¿okey? Si me entero de que le has dicho a alguien sobre esto, juro arrancarte los ojos y ponerte unas bolas de basquet-ball reemplazándolos''.

Harry asintió muchas veces, Louis asintió un ''bien'' a secas y se retiró dando pasos largos.

Harry sonrió a penas, mostrando levemente sus hoyuelos. Louis le había regalado algo...