Diario de un chico malo ||L.S.

Página 15.

Es la primera vez que lloro frente a ti, y es vergonzoso. Si dices algo, juro que te quemo mientras bailo al rededor de tus cenizas.

Maldita sea todo el mundo, ¿por qué no puedo tener una puta vida normal? Es decir, sí, he sido bastante imbécil con cada persona que me rodea, pero es porque se lo merecen.

Sé que me puedo hundir y ahogar algún día si no soy lo suficientemente fuerte como para nadar sobre el violento mar que me rodea.

Hoy le dije a Harry que viniera a mi casa para hacer el trabajo, él gustoso aceptó, me hubiera gustado que hubieras visto su cara de emoción. A veces puede lucir como un niño con un juguete nuevo con el brillo que destella en sus ojos...

Todo bien hasta allí, llegamos ambos a casa y estuvimos en paz, al menos hasta que dieron las ocho de la noche.

Nos encontrábamos haciendo el proyecto (por eso me refiero que yo estaba comiendo y él estaba haciendo todo el trabajo) y llegó Joanna.

Estaba desnuda, un par de bragas le adornaban el cuerpo solamente. Tres señores, atrás de ella, la manoseaban.

Estaba borracha.

Harry abrió los ojos asustado y comenzó a temblar. Uno de los señores se dio cuenta de su presencia y comenzó a ir hacia él, estaba drogado, lo pude ver en el color rojo de sus ojos.

El primer golpe en los huevos fue para ese hijo de puta.

Rápidamente metí las cosas de Harry a su mochila y lo corrí de la casa. Le grité bruscamente que huyera y que se fuera corriendo. Que no volteara atrás.

Todo es una mierda, ¿sabes? La mierda de Joanna me absorbió a mí.

Los tres cabrones terminaron golpeados en la cocina, uno de ellos con una herida profunda en el costado.

Los saqué a todos y les di un ultimátum, espero no verlos aquí de nuevo.

Joanna me dio varias bofetadas regañándome por no dejarla disfrutar. Yo le devolví una sola.

Sé que lo que hago está mal, no debería golpearla. Pero espero y que con eso entre en razón.

Que vea que ella se está derrumbando, y yo también.