Diario de un chico malo ||L.S.

Página 9.

Hola, querido y odiado conjunto de hojas mugrientas.

Estoy escribiéndote en tiempo actual, siéntete afortunado de que ya te tengo el aprecio suficiente como para no avergonzarme de ti.

Ahora mismo, Harry está a unos metros de mí, sentado bajo un árbol como yo, comiendo sus chocolates.

¡No puedo creer que los haya sacado! Le dije a ese chiquillo ignorante que los guardara. Estoy inventando un millón de insultos diferentes para gritarle.

Es bastante cuidadoso comiendo, parece una chica delicada. Toma un chocolate, lo admira un rato y después se lo lleva a la boca y lo muerde tres veces para acabárselo.

No me había fijado en lo delicado que se ve Harry, está bastante delgado y pequeño... Pareciera como si un sólo golpe pudiera derrumbarlo.

Espera... hay unos chicos que se están acercando a él. Joder, son esos imbéciles del equipo de fútbol.

¡Mierda! Lo han levantado del suelo.

¡Cabrones! ¡han aplastado la caja de chocolates! Harry está llorando...

Si tan sólo los tuviera enfrente les haría volar con las tremendas patadas en el orto, hasta a sus ta tara nietos les dolerá el culo.

¡La puta madre! Harry recibió un puñetazo, sus quejidos se escuchan hasta aquí.

Te vas a la mierda, libretita. Voy a ir directo a ellos y les enseñaré que aquí el único que puede molestar a Harry, soy yo.