3. La Suerte: El Tonto y el Bufón

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"Como ya debe saber, la relación entre Armando y yo no es muy buena, la fuente de comunicación irregular en esta empresa ya le debe haber avisado todo el contexto, hasta el que yo no sé."

"No Doctor Daniel... para nada..."

"Independientemente de eso, Armando va a intentar refutar y tratar de desbaratar el plan económico que vamos a presentar. Pero, tenemos una buena ventaja, él es un idiota para los negocios y para los asuntos económicos, así que refutar sus argumentos será mucho más fácil de lo que esperamos, pero no hay que confiarnos Doctora."

Betty se había adaptado a la rutina bastante bien. Ya manejaba los procesos de la empresa, es más hasta tenía puntos de mejora, durante el transcurso de su primera semana ya le habían dado credenciales para la firma en los bancos, permisos para aprobación y firma en sustitución de Daniel de algunos pagos y compras, y ya estaba aprendiendo como se iba a hacer el proceso de pago de la nómina. Sofía fue una compañera muy servicial a pesar de todos los problemas que estaba llevando en ese momento, su esposo Efrain no quería pagarle la cuota de alimentación de sus hijos, y Sofía podria hacer lo suficiente pero aún así, desajustaba un poco en sus pagos y eso la tenia de nervios.

Justo ahora iban a la junta que le advirtió una semana atrás. Betty ahora sabía que fue a solicitud de Armando para revisar el plan económico con la intención de derribarlo, él seguía creyendo que la presidencia le pertenecía por defecto, que Daniel se la había quitado injustamente a pesar de que el plan que había propuesto era descabellado (En una de la documentación que Marian iba a desechar las del cuartel encontraron la propuesta y la leyeron en la sala de juntas de ellas, alias el baño) e inalcanzable sin sacrificar muchas cosas. Y también mal calculado.

Betty llevaba sus apuntes, argumentaciones y puntos flojos que le podrían llegar a preguntar, noches atrás había practicado con Nicolás un debate de posibles interrogantes que podrían tener los dos ejecutivos. Nicolás era mucho más duro que un profesor universitario, pero no logró encontrar ningún defecto. "Es a prueba de tontos" dijo, "y si esos señores son lo mitad de estupidos que aparentan ser, ni siquiera serán capaces de entender lo que está en el plan."

Tampoco Betty quería mentirse a sí misma, estaba nerviosa. A pesar que conocía ese Plan de pe a pa (Al final, Daniel Valencia solo hizo unos cuantas adiciones que Betty después revisó y aprobó) no quitaba la posibilidad de que, de los nervios, quedase totalmente en blanco. Al principio ella no quería ser participe de dicha reunión, pero tampoco se lo quiso comunicar al Doctor Valencia, por alguna razón sus decisiones no daban paso a rechazarlas, para ella era una orden y había que cumplirla. Responsabilidades que vienen con el cargo, pensaba Betty. Gracias a los nervios, en la mañana termino tropezando y cayéndose, golpeándose y de remate quebrando sus lentes. Una verdadera tragedia si se lo preguntan.

Además, Betty sentía otra preocupación que se había anidado en su pecho, tenía miedo de defraudar a Daniel Valencia. Lo había observado en los últimos días y Betty consideraba que era una persona demasiado directa, hasta el punto de ser grosera. Muchas veces pasaba de largo con las secretarias y no se dirigía a ellas a no ser que necesitará algo, por lo demás era Marian quien terminaba comunicando cosas o enviando documentos. En resumen, una persona prepotente y orgullosa, características propias de las personas de su círculo. A pesar de eso, el Doctor respetaba mucho su opinión, siempre la confrontaba primero y después pasaba a respaldar sus decisiones.

"No sé preocupe Doctor, voy preparada, conozco ese plan de negocios de pies a cabeza." Betty avanzaba junto con el Doctor a la Sala de Juntas. Ya casi estaban al filo de las 9, de igual forma llegaron minutos antes.  Ajustó las copias que le ayudaron a sacar las del cuartel y Marian (aún no sabía si catalogarla dentro del cuartel)  se encargó de preparar las carpetas para ponerlas en la junta. A diferencia de ella, notaba al Doctor Daniel relajado, para él esa reunión  era una interrupción a su agenda, una perdida de tiempo.

La Suerte, La Noche Y El Destino - Betty X DanielDonde viven las historias. Descúbrelo ahora