20 de mayo - 34 días después; 16 días hasta la boda de Kate y Anthony
Lo primero que Colin nota sobre el lugar de la cena de ensayo de Kate y Anthony son todos los rincones y recovecos ocultos a los que podría llevar a Penélope.
Un rápido recorrido por el lugar y Colin cuenta seis armarios de suministros, cuatro baños especialmente espaciosos para un solo ocupante y un nicho escondido en el piso de arriba con una silla de terciopelo muy mullida. La última opción era la más arriesgada, pero tal vez si él le tapaba la boca mientras ella se movía hacia arriba y hacia abajo sobre su polla podrían hacer que funcionara. O tal vez si tuvieran sexo en un armario o en un baño, ella podría dejar que él la follara con su linda cara contra la pared o sujetándole las caderas mientras estaba sentada en un mostrador, con las piernas envueltas alrededor de...
—¡Colin! —dice Hyacinth, dándole una patada con el pie, sacándolo de su estado depravado actual—. ¿Lo harás?
—¿Ah, sí? —intenta Colin, arqueando una ceja en su dirección mientras ella grita de satisfacción. Déjale a él que lo pillen conversando con Hyacinth y Eloise mientras su mente está en la cuneta.
Ajustando su apoyo contra la barra, le lanza a Eloise una mirada interrogativa.
—Acabas de aceptar comprarle una bebida alcohólica —dice Eloise secamente, antes de tomar un sorbo de la suya.
—¿Qué? —chilló Colin, volviéndose para mirar a Hyacinth con severidad—. No, absolutamente no.
—¡Pero lo prometiste! —se queja Hyacinth de una manera que solo le enfatiza a Colin lo infantil que todavía es, y el vestido rosa tampoco la ayuda.
"No."
—Vamos, ¿por favor? —le ruega, haciendo su mejor puchero. Colin entiende por qué Anthony cede a todos sus caprichos, pero no se deja convencer tan fácilmente.
"No."
—Por favor, solo un Shirley Temple con púas —Hyacinth asiente emocionada hacia él, mientras Colin mira al camarero que sacude la cabeza con una suave risita—. ¡Antes de que lleguen los invitados!
—Hy —dice Colin, poniéndole una mano en el hombro para que deje de saltar—. Si te diera alcohol, mamá y Ant me asesinarían en equipo y ahora me gusta estar vivo y en una pieza, muchas gracias.
—Solías ser más divertido —bufa, cruzando los brazos sobre el pecho antes de marcharse furiosa, probablemente para hacerle la misma broma a Benedict.
Colin pone los ojos en blanco y se gira para mirar a Eloise, observando su expresión cenicienta. Ella luce cansada y, aunque él nunca se atrevería a decírselo por temor a enfrentarse a la ira de todas sus hermanas (tanto presentes como futuras) por hacer comentarios sobre el aspecto de una mujer, ella sí parecía agotada, a pesar de lo que estuviera usando para disimular mal las ojeras bajo sus ojos.
“¿Cómo estás, El?”, pregunta.
"Soy tan buena como siempre lo seré", se encoge de hombros y toma asiento en el taburete junto a ella. Colin la sigue, mirándola con incredulidad y preocupación.
—¿De verdad? —insiste—. ¿Entonces no te importaría que le preguntara a Daphne si cree que eres "bueno"?
—No te atreverías —gruñe—. Si lo haces, estarás muerta antes de que Penélope llegue para detenerme.
—Está bien —dice Colin, levantando las manos en defensa, sabiendo que es mejor no presionar más a Eloise cuando se pone así—. Hablando de Penélope, ¿no se suponía que ella vendría temprano contigo?
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Es solo sexo favores desagradables
RomansaResumen: -Oye -dijo Colin tímidamente, pasándose la mano por detrás del cuello con ansiedad-. Te quitaré la virginidad si... ya sabes... si tú quieres. Sexo platónico, sexo entre amigos, amigos teniendo sexo platónico. No será un problema ¿verdad? O...