XXI

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Toda la historia será narrada por la escritora.

Todavía no amanecía del todo y Felix ya se encontraba en un avión directo a Australia, tomó el tren que lo llevaba a Seúl a altas horas de la madrugada, llegó a Seúl y se fue directo al aeropuerto en un taxi. Por supuesto el sentimiento de dejar todo atrás lo asechó a medio camino y no pudo evitar liberar algunas lágrimas. Recordó lo que pasó esa noche y buscó entre su bolso las pastillas que había comprado de camino, pero con un dolor enorme de cabeza las confundió con una aspirina.

De su teléfono bloqueó a todo mundo, incluido sus padres, juró que volvería. Antes de irse y dejar solo al bombero en el hotel le dejó una nota: "Regresaré... Lo siento", terminó de leer y arrojó la nota al cesto de basura, estaba desnudo, de pie mientras la leía. "Hm, ¿Después de todo?..." llevó sus manos a su despeinado y suave cabello casi con estrés. Entró directo al baño en donde se sumergió en la tina unos largos minutos, necesitaba reponerse lo antes posible aunque su corazón doliera.

Lo llamó varias veces pero no respondió, con ese sentimiento tuvo que salir directo a la estación. Pero antes pasó por el salón para agradecer al mobiliario y dejarles comida que MingHao le ordenó. Camino a su trabajo comprendió porque el rubiecito estaba actuando raro y golpeó el volante para sacar todos sus pensamientos acerca de él.

MingHao le llamó. "¿Hola?"

"¿Estás con Felix?"

"No..."

"¿No?, Sus padres no logran comunicarse con él", ChangBin pasó saliva con gran dificultad. "Creí que se habían ido juntos"

"Si, nos fuimos juntos pero me dejó en la madruga con una nota diciendo que regresaba a Australia", MingHao se sorprendió.

"Iré a verte a la estación, no tardo", colgó.

Llegó más rápido de lo normal y entró a su oficina bajando las persianas y colocando seguro a la puerta, se sentó frente a él y le vio. "MingHao..." fue lo único que dijo antes de que el mayor se colocara a su lado y lo abrazara fuerte. "Se fue, después de todo, no le importé"

"Tranquilo, estoy seguro de que algo pasó, él no podría hacerte esto", palmeó su espalda y lo consoló.

》》》

Australia, 17:00

Felix llegó a su casa, dejó las maletas en la sala color blanco y fue a su habitación para cambiar su ropa e ir directo al bufete para encontrarse con Lee Chan, iba a resolver todo esto. El australiano lo recibió en su oficina con una sonrisa triunfadora, casi presumiendo.

"¿Ahora sí regresas?", le vio con desprecio. 

"¿Por qué estás haciendo todo esto Lee Chan?", se sentó frente a él, sin poder creerlo.

"No lo sé, supongo que tu restaurante tiene un lugar muy llamativo para todos... Quiero comprarlo", Felix negó. "Pon un precio, te pagaré todo lo que quieras", se enderezó al frente casi para mirarlo a los ojos.

"No voy a venderlo, no puedo vender el sueño de mi vida", el rubio casi soltó una carcajada. "No importa qué hagas, voy a defenderlo y una vez sea así te demandaré por robo... ¿Crees que no me di cuenta de cuánto robaste estando a cargo?", ahora le sonrió él mientras se ponía de pie, salió de la oficina dejando sin palabras al rubio que se mordía los labios.

Felix se puso en contacto con un abogado, le contó todo el problema y el hombre lo escuchó. Todo esto se iba a llevar a juicio, uno muy largo. Felix llegó a casa a eso de las 23:00, el abogado dictó un plan para que todo esto terminara de su lado y entonces Felix lo escuchó durante todo el día con varios puntos de vista, había que estar preparados.

Fire in my Heart [Changlix]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora