Fire in my Heart [Changlix]

XXVI

Toda la historia será narrada por la escritora.

Felix estaba regresando a su habitación ya sintiéndose mejor, sobretodo por los cuidados del que nunca se despegó de su lado y siempre le dio su lugar. Entraron a la habitación y ChangBin le quitó el abrigo antes de que se fuera a recostar, una vez fue así le cubrió los pies helados con su abrigo y encima colocó su sábana que no era para nada calientita.

"Aún no quiero dormir", dijo enderezando su cuerpo así que el bombero le colocó una pila de almohadas para que estuviera cómodo mientras se sentaba.

"¿Tienes hambre? Voy por la cena", Felix asintió y dentro de minutos el hombre que seguía en su uniforme de bombero salió, Felix movió sus piecitos mirando al rededor. Se preguntaba '¿Qué estarán haciendo todos?' Porque quería regresar a casa con sus padres. 

Estaba por tomar su libro cuando la puerta ya se abría con el padre de su bebé, le trajo una gran cena que disfrutó mucho porque ChangBin fue tan amable de alimentarlo mientras él leía. "¿No comes tú?... No te he visto comer más que unos chocolates con relleno de cacahuate", ChangBin negó.

"No estoy comiendo bien, llevo una dieta estricta en la estación", dijo algo avergonzado. 

"¿Y no te hace daño?... Amas la comida", ChangBin sonrió y negó bajando la mirada.

"No amo la comida, amo tu comida", reafirmó sonrojando al rubio que le vio. "Además, creo que está dando resultado", expuso. "Soy menos pesado"

"Pero igual necesitas comer para recuperar calorías, ¿Hace cuánto no comes?", el pelinegro suspiró dejando los palillos de madera de lado. Felix ya había terminado.

"No mucho", admitió.

"¿Cuánto?"

"¿Dos meses?"

"¡Estas loco!", le dijo. "¿Nada de nada?"

"Una que otra cosa"

"Tal vez el que presenta signos de desnutrición es otro y no yo", ChangBin sonrió y se sentó alado de sus pies. "¿Sigues teniendo apetito?", el pelinegro iba a responder de inmediato pero Felix lo detuvo. "Sé sincero"

"Si, muero de hambre todos los días pero debo resistir, igual ya voy a regresar a casa", Felix cerró su libro. "No te preocupes, sigue leyendo mientras voy a tirar esto, te pondré cómodo para que duermas", tomó todo lo que no servía en una bolsa y el papel en otra, caminó a los contenedores y la separó.

Regresó a la habitación y le quitó la pila de almohadas al chef, lo recostó y lo cubrió bien. Felix dejó su libro bajo su almohada y se quedó dormido mientras miraba al bombero salir de la habitación.

Esa noche ChangBin se la pasó leyendo folletos de maternidad de casi todo el hospital, ya cuando dieron las 2:00 entró a la habitación del pecoso encontrándolo bien dormido, suspiró contento y se recostó en el sofá, un duro sofá. La mañana siguiente ChangBin se fue temprano para ir a buscarle el desayuno, una vez fue así regresó y no salió hasta que no lo vio comenzar a comer.

"Espera", le dijo, ChangBin se detuvo a medio camino y le vio. "Ahm, ¿Podrías ayudarme colocando ese gel que dejó la enfermera en mis tobillos?, Están muy hinchados y no puedo agacharme", el bombero no dijo nada simplemente hizo lo pedido.

"Voy a ir a mi casa un segundo", habló.

"Ow, ¿Verás a EunSeop?", una sonrisa se dibujó en su rostro, últimamente la sentía muy presente y le encantaba charlar con ella en el refugio.

"No creo que esté en mi casa", Felix ladeó su cabeza en confusión y el pelinegro tuvo que respirar bien para no caer en su ternura. "Tengo una casa a parte de donde vivo con mamá", explicó. "No vivo con mamá, he estado con ella desde hace meses porque estoy remodelando", Felix asintió.