La fiesta 3...

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Speed cojeaba por el pasillo, con el pelaje erizado y un ojo medio cerrado tras su encuentro poco exitoso con Crystal.

Ofrecerle una invitación a la fiesta había salido tan bien como meterse en una ventisca. Ahora, con moretones y su determinación habitual, se dirigió a Dark.

-Hey, Dark! - llamó Speed, tratando de sonar despreocupado a pesar de los claros signos de la paliza.

Dark, apoyado en su escritorio con su habitual mirada impertérrita, apenas levantó la vista.

-Qué demonios te paso? - preguntó sin rodeos.

Speed se encogió de hombros, con una leve mueca de dolor cuando sus costillas protestaron por el movimiento.

-Crystal. No le gustó mucho la idea de la fiesta. De todos modos, ¿vienes mañana?

-Otra de tus estúpidas fiestas?

-Sí, pero esta es diferente.

-Cómo de diferente? Esta vez te van a tirar por una ventana?

-Espero que no. No me gustaría romper la casa de Dawn.

-La... casa de Dawn?

Antes de que pudiera pensar en una respuesta sarcástica, Melissa apareció, deslizándose a su lado con su habitual sonrisa coqueta.

-Oooh, Darky~ ¿Realmente estás considerando ir ahora?

-Atrás, demonio.

-Oh, vamos~ - Melissa ronroneo, inclinándose más cerca. - Sé que quieres. Sobre todo porque yo estaré allí. ¿No quieres verme en la piscina de Dawn? - Le guiñó un ojo, con voz de falsa inocencia.

Genial, pensó con amargura. Ahora tengo que decidir si quiero ir por Dawn o no ir para evitar la tortura de Melissa.

-Oh, sí! Melissa tiene razón. Vamos a usar la piscina de Dawn. Será mejor que traigas algun bañador, Mel. - Speed recomendó, - o bikini. No se que usen las chicas.

A Dark le dio un vuelco el corazón. La piscina de Dawn. Dawn. Piscina. Bikini. Dawn. Bikini de Dawn? Sus hormonas de puberto rápidamente entraron en calor.

-Bien, ire.

-Sabía que no podrías resistirte, Darky~

-Muere, demonio

Dias de Escuela NormalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora