Capítulo 9: La Sombra del Dullahan

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Tras el enfrentamiento con el Dullahan, el equipo regresó al gremio, exhausto pero aliviado. La explosión de Megumin había sido suficiente para hacer retroceder al enemigo, pero todos sabían que la amenaza no había sido completamente eliminada. A pesar de su victoria temporal, la presencia del Dullahan seguía siendo una sombra oscura que pesaba sobre ellos.

Mientras se sentaban en su mesa habitual, Megumin aún estaba cansada, pero su espíritu seguía siendo inquebrantable. Darkness estaba llena de una extraña mezcla de alegría y decepción por no haber podido enfrentarse directamente al Dullahan. Aqua, por su parte, parecía más preocupada que de costumbre.

"Sabes, Aqua," dijo Tadano, rompiendo el silencio, "siempre me sorprende lo poderoso que es el mundo de los aventureros. En mi mundo, no hay cosas como Dullahans o magia explosiva. Es un lugar muy diferente."

Aqua suspiró y se encogió de hombros. "Este mundo es peligroso, Tadano. Pero también es emocionante, ¿no? Aunque... podría ser un poco menos aterrador a veces."

Tadano sonrió débilmente, recordando cómo solía ser su vida antes de llegar aquí. "Sí, supongo que tienes razón. Aunque extraño la tranquilidad de mi vida anterior, hay algo... gratificante en enfrentar estos desafíos."

La conversación fue interrumpida por la llegada de la encargada del gremio, Luna, quien les entregó una nota. "Esto acaba de llegar para ustedes," dijo, con una expresión de preocupación.

Tadano tomó la nota y la abrió, leyendo en voz alta para que el resto del equipo pudiera escuchar: "A los aventureros que se atrevieron a desafiarme, su osadía no será perdonada. Regresaré al anochecer para reclamar lo que es mío. Prepárense, pues la próxima vez no habrá escapatoria. —El Rey Dullahan."

El ambiente en la mesa se tensó inmediatamente. Tadano frunció el ceño, sabiendo que no podían permitirse ser sorprendidos por el Dullahan nuevamente. "Parece que tenemos que prepararnos mejor para lo que viene."

"Esta vez, no dejaré que huya," dijo Darkness con determinación, golpeando la mesa con su puño. "Voy a enfrentar al Dullahan de frente, sin importar lo que cueste."

Megumin, aunque aún agotada, asintió. "Y yo, por supuesto, le daré otra explosión que no olvidará."

Aqua parecía menos entusiasta. "Podríamos simplemente... no ir, ¿verdad? Quiero decir, podríamos escondernos hasta que se canse y se vaya."

Tadano negó con la cabeza. "No, Aqua. Si no lo enfrentamos, pondrá en peligro a toda la ciudad. Tenemos que hacer esto, por la gente que depende de nosotros."

A pesar del miedo que sentía, Tadano sabía que no podían huir de su responsabilidad. Se sentía más decidido que nunca a proteger a sus amigos y a los inocentes de la ciudad, incluso si eso significaba enfrentar un peligro tan aterrador como el Dullahan.

El día pasó en un suspiro, y cuando el sol comenzó a ponerse, Tadano y su equipo se dirigieron nuevamente hacia las afueras de la ciudad, donde el Dullahan había prometido su regreso. La atmósfera era pesada, con una sensación palpable de peligro en el aire. La luna llena se alzaba en el cielo, iluminando el paisaje con una luz pálida y fantasmal.

Mientras caminaban en silencio, Tadano no podía evitar pensar en Komi-san. Se preguntaba cómo estaría ella, y si alguna vez volvería a verla. Aunque estaba en un mundo completamente diferente, sentía que de alguna manera, sus experiencias aquí lo estaban ayudando a convertirse en alguien más fuerte, alguien que Komi-san podría admirar.

Llegaron al claro donde habían luchado antes, pero esta vez, no estaban solos. El Dullahan estaba de pie en el centro del campo, su silueta oscura recortada contra la luna. A su alrededor, un grupo de monstruos menores lo rodeaba, esperando sus órdenes.

"Así que han decidido volver," dijo el Dullahan con una sonrisa siniestra, levantando su espada. "Perfecto. Esta vez, no habrá piedad."

Tadano tragó saliva, sintiendo el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Pero no estaba solo. Miró a sus compañeros, que estaban listos para luchar a su lado. Darkness se adelantó, levantando su escudo y espada con una determinación feroz. Megumin se preparó para lanzar su magia, su mirada fija en el enemigo. Y Aqua, aunque asustada, se preparó para apoyar al equipo con su magia divina.

"Estamos listos," dijo Tadano, con más confianza de la que realmente sentía. "Vamos a enfrentarte juntos."

La batalla comenzó con una furia desatada. Darkness cargó contra el Dullahan, bloqueando sus ataques con su escudo mientras Megumin conjuraba una poderosa explosión que arrasó a los monstruos menores. Aqua lanzó hechizos de curación y apoyo, manteniendo a sus compañeros en pie mientras la lucha se intensificaba.

Tadano, aunque no era el luchador más fuerte, hizo todo lo posible por apoyar a su equipo, usando su ingenio y estrategia para encontrar formas de debilitar al Dullahan. Sabía que no podía vencerlo en combate directo, pero podría ayudar a sus amigos a crear una apertura.

Finalmente, después de un enfrentamiento feroz, Tadano vio su oportunidad. Con un movimiento rápido, arrojó una bolsa de polvo cegador que había comprado en la ciudad, cubriendo al Dullahan en una nube de polvo brillante. El Dullahan, sorprendido, bajó la guardia por un momento, y Darkness aprovechó la oportunidad para lanzar un golpe devastador que rompió la espada del enemigo.

"¡Megumin, ahora!" gritó Tadano, y la joven hechicera canalizó toda su energía en un último y devastador hechizo.

"¡Explosion!" gritó Megumin, y el cielo se iluminó con un destello cegador. La explosión fue tan poderosa que el Dullahan fue lanzado por los aires, desintegrándose en una nube de oscuridad que se dispersó en el viento.

El claro quedó en silencio, con solo el sonido de la respiración pesada de los aventureros. Tadano miró a su alrededor, asegurándose de que todos estuvieran a salvo. Megumin había caído inconsciente nuevamente, agotada por el esfuerzo, pero Darkness y Aqua estaban ilesas, aunque exhaustas.

Lo habían logrado. Habían derrotado al Dullahan.

Mientras regresaban a la ciudad, Tadano sintió una extraña paz interior. Sabía que todavía había mucho por hacer en este mundo, muchos desafíos por enfrentar. Pero también sabía que, de alguna manera, estaba encontrando su camino, y que tal vez, solo tal vez, algún día podría volver a ver a Komi-san.

Y con esa esperanza en su corazón, Tadano se preparó para lo que vendría a continuación.

QHPS Tadano Reencarnaba en KonosubaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora