QHPS Tadano Reencarnaba en Konosuba

Capítulo 23: Un Descanso Inesperado

El grupo regresó al gremio después de su exitosa misión contra los goblins. El sol comenzaba a ponerse mientras Tadano, Aqua, Megumin, Darkness y Komi-san caminaban de vuelta, sintiendo una mezcla de cansancio y satisfacción por su primer trabajo como equipo.

"¡Lo hicimos!" exclamó Aqua con una sonrisa, casi como si hubiera sido su poder divino el único responsable de la victoria. "Conmigo a la cabeza, era obvio que los goblins no tendrían oportunidad."

Tadano suspiró, acostumbrado ya a los comentarios exagerados de Aqua. "Sí, fue una buena misión... pero debemos agradecerle a todos, incluido el equipo."

Komi-san, caminando a un lado de Tadano, asintió levemente. Aunque había demostrado sus impresionantes habilidades en combate, no estaba acostumbrada a recibir elogios. Ella estaba contenta simplemente por estar allí y ayudar al equipo.

Al llegar al gremio, los aventureros que se encontraban en el lugar los recibieron con aplausos. La historia de cómo Komi-san había derrotado a varios goblins con su destreza ya se había extendido, y muchos la miraban con admiración. Aunque esto provocaba que la tímida chica se sonrojara, intentaba mantener la compostura.

Megumin, por su parte, estaba más que satisfecha con haber usado su magia explosiva. "¡Mi explosión fue, como siempre, perfecta!" exclamó. "Nada como el rugido de la destrucción para acabar el día."

Darkness, quien había recibido varios golpes defendiendo al grupo, se mostró tan estoica como siempre, aunque en el fondo, su extraño placer por la batalla la había dejado con una sonrisa algo perturbadora.

Tadano, viendo la dinámica del grupo, no pudo evitar sonreír también. Era extraño, pero comenzaba a acostumbrarse a la locura que lo rodeaba en este mundo. Aunque su vida normal parecía estar cada vez más lejos, había algo reconfortante en saber que no estaba solo.

Más tarde, en una taberna cercana, el grupo decidió relajarse y disfrutar de una cena tranquila. Sin embargo, lo que debía ser un descanso se convirtió rápidamente en otro tipo de tensión.

Aqua, con una jarra de cerveza en la mano, comenzó a hablar de nuevo. "¡Tadano! Debes admitir que tener una diosa a tu lado es una bendición, ¿verdad? Yo, Aqua-sama, te cuido y te guío. ¿Quién más podría hacerlo?"

Megumin, que ya estaba irritada por la constante necesidad de Aqua de autoproclamarse como la líder, rodó los ojos. "Por favor, Aqua. Tadano no necesita a alguien que solo se preocupa por beber y ser arrogante. Él aprecia a alguien que realmente aporte al equipo."

Tadano, atrapado entre los comentarios de ambas, intentó calmar la situación. "Eh, bueno... todas son muy importantes para el equipo. No podríamos haberlo hecho sin cada una de ustedes."

Komi-san, que había estado en silencio durante la conversación, observaba atentamente. Aunque no era del tipo que participaba en discusiones, notaba los pequeños indicios de rivalidad entre Aqua y Megumin. Y aunque ella misma no decía nada, sentía que estaba en el centro de una extraña competencia por la atención de Tadano.

Mientras Tadano bebía un poco de agua, una pregunta vino a su mente, una que había estado evitando por algún tiempo. Las interacciones entre las chicas, las pequeñas miradas, los momentos en los que intentaban estar más cerca de él... ¿podía ser que... estaban celosas unas de otras?

No quería hacer conjeturas apresuradas, pero era difícil ignorar la creciente tensión.

Después de la cena, el grupo decidió separarse un poco para descansar. Tadano caminaba por el pueblo junto a Komi-san, disfrutando del silencio compartido entre ellos. No necesitaban muchas palabras para entenderse, y esa era una de las cosas que más apreciaba de su amistad.

"Hoy lo hiciste muy bien," dijo Tadano, rompiendo el silencio. "Aunque... supongo que no es ninguna sorpresa. Siempre has sido increíble."

Komi-san se detuvo un momento, mirando el suelo con sus mejillas sonrojadas. Para ella, esas palabras significaban mucho, viniendo de alguien como Tadano. Aunque no siempre podía expresarlo, estar a su lado la hacía sentir segura y confiada.

De repente, Tadano recordó algo. "¿Sabes? En mi mundo... teníamos una vida muy diferente. Todo era más tranquilo, más normal. Tú... bueno, eras igual de impresionante. Siempre te admiré por cómo enfrentabas tus desafíos, incluso si no te dabas cuenta."

Komi-san lo miró sorprendida. Las palabras de Tadano resonaban profundamente en su corazón. A veces, en medio de todo lo que ocurría en este mundo caótico, olvidaba lo especial que era su conexión.

El viento nocturno soplaba suavemente, y Komi-san tomó una bocanada de aire profundo, intentando encontrar las palabras adecuadas. Aunque no podía expresarse verbalmente, sentía que había algo más que quería decir, algo más profundo.

Tadano notó su incomodidad y, como siempre, comprendió. "No tienes que decir nada, Komi-san. Sé lo que intentas decir. Y estoy agradecido de que estés aquí conmigo."

Un silencio cómodo se instaló entre ellos, mientras caminaban juntos por las calles vacías.

Al día siguiente, el grupo se reunió nuevamente en el gremio. Tadano ya estaba acostumbrado a las miradas de sorpresa y admiración que recibía Komi-san, especialmente después de la misión reciente.

"¡Bien, equipo!" dijo Aqua, animada como siempre. "¿Estamos listos para otra misión?"

"Siempre estoy lista para una explosión," añadió Megumin con una sonrisa confiada.

Darkness, con su armadura reluciente, simplemente asintió, preparada para cualquier cosa que se les presentara.

Tadano suspiró, pero no pudo evitar sonreír. A pesar de las diferencias entre ellas, había algo especial en su grupo. Eran un equipo disfuncional, sí, pero también único.

Mientras revisaban las misiones disponibles, Tadano no pudo evitar notar una sensación de calma en su interior. Había comenzado a encontrar su lugar en este mundo, y aunque las cosas no siempre eran fáciles, sabía que con su grupo de amigas, podía enfrentarse a cualquier desafío que se les presentara.

Komi-san, silenciosa pero siempre presente, observaba cómo Tadano interactuaba con el resto del grupo. Sentía una mezcla de emociones que no podía expresar con claridad, pero una cosa era cierta: estar a su lado era donde quería estar. Y, aunque no lo dijera en palabras, su corazón latía más fuerte cada vez que Tadano la miraba.

La aventura continuaba, y con ella, las relaciones entre ellos seguían creciendo, entre risas, tensiones, y pequeños indicios de algo más profundo.