¿𝗣𝗢𝗥 𝗤𝗨𝗘 𝗢𝗗𝗜𝗔𝗥𝗧𝗘? T2. Armageddon

Parte 7

CONTINUAMOS.

El silencio en aquella cabaña alertó los oídos de la chica y el pastor, cada quien empuñó su cuchillo y espada, esperando ver algo, escuchar algo, sentir las mínima vibra de que alguien estaba cerca, buscaron en todas partes, mirando desde la cerca hasta los oscuros rincones del bosque, pero solo estaba el silencio.

Loona tenía mejor oído cuando no está usando el traje, arriesgar su vida con su forma humana no valía la pena, la fuerza, la velocidad y resistencia estaban en su otro cuerpo, de un abrir y cerrar de ojos cambio su aspecto físico regresando a verse como antes.

Al pastor no le preocupó que fueran a verla así, estaban en un campo con más de algúna presencia.

— No me gusta este silencio — susurro la sabueso — ¿Por que no nos vamos...?.

— No puedo, me van a seguir Loona.

¿Por cuanto tiempo más iban a estar parados?. La cabeza del hombre fue invadida por muchas ideas que pronto iban a empezar con su bloqueo mental. Estaba seguro que desde ese momento las cosas en la ciudad ya no sería lo mismo.

El echo de pensar que lo habían encontrado le aterraba, y es que ahora tenía a un hijo a quien cuidar y después de esto ya no sabía si estaba seguro de que se fuera solo a la escuela, aún pensando en esas malas ideas recordó a Eitan, su hijo debería de estar llegando a la casa ahora mismo y el no estaría allí.

Considero la idea de Loona y tal vez era una buena idea marcharse, ya no tenía porque actuar como alguien nuevo, ellos ya sabían de él.

— Vam-...

En medio de la oración sus ojos alcanzaron a ver una silueta parada frente a ellos, en cuanto notó aquella figura alarmó a la sabueso que inmediatamente se dio la vuelta y también observo la figura.

Todo esto por un simple hombre de traje negro, justo como lo recordaba, se trataba de ellos. Los hombres de traje negro y lentes oscuros.

— Son estos tipos otra vez...

Murmuró Loona me medio de sus gruñidos.

El pastor miró a los alrededores buscando señas de más como el, su intento por buscar hacia que su respiración y desesperación se manifestarán, la poca cordura que le que quedaba se estaba cada vez apagando.

Tantos años de haberse ocultado y tratar de mejorar su vida para ser descubierto de un día para otro.

El hombre no pudo más y callo de rodillas perdiendo la pelea de miradas, ya no sabía que hacer ahora que estaba en esa situación, el corto viento que golpeaba su rostro no era lo suficientemente fresco, el sol aún seguía expandiendo sus fuertes rayos.

— ¿Estas bien...? — en cuanto notó a su amigo arrodillarse se acercó poniendo sus manos detrás de su espalda evitando que cayera — ¡___! Tranquilizate porfavor.

Ambos bajaron su guardia, frente a ellos el sujeto de traje negro dió el primer paso como formalmente lo haría un caballero, sus manos posando detrás de su espalda y la cabeza alzada.

Loona olvidó por un instante lo que tenía en frente y solo ayudo al pastor a que volviera a levantarse una vez más del suelo, pero como iba hacerlo cuando esté tenía sus ojos cerrados con una respiración corta y los latidos de su corazón iban en aumento.