•°Capitulo XX°•

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JeongIn entró a bañarse y a los minutos ya estaba saliendo, eso tomo por sorpresa a Seo, quien estaba tendiendo la cama. JeongIn salió con solo una toalla en su cintura, dejando ver todas las notables marcas de su pecho, dejando ver todas las marcas que le había hecho Seo ChangBin. Se sonrojo un poco al notar cómo el mayor se quedaba viendo su torso, por qué a pensar de que hace apenas unos minutos habían tenido intimidad; que lo mirada así aún lo seguía poniendo nervioso. Cuando el mayor noto su sonrojo intuyó que era por qué lo estaba mirando y en vez de seguir mirándolo, se encargó de buscar ropa para el.

A los minutos ya le estaba entregando la ropa a JeongIn, que como la otra vez, le quedó un poco pequeña. Fue a la cocina cuando escuchó el ruido de los platos moviéndose, con aún el dolor en su cabeza y en su espalda baja. Cuando llegó donde estaba el mayor, pudo observar cómo servia algo en un plato de sopa, y luego calentaba el agua para el té. Llevó los platos a la mesa, una sopa, un omelette y dos tazas de té, solo que al de JeongIn le agregó un poco de miel.

–Son para la resaca, te hará sentir mejor según Google.–Sonrió, sentándose frente a el. En algún momento se le ocurrió mirar al menor, y no pudo evitar ver su cuello, su cuello estaba con chupetones bastante visibles, de diferentes tamaños y algunos más violetas o verdes que otros.–Wow... tú cuello.

Al oír eso JeongIn tocó su cuello preocupado, quizás tenía algo y no se dió cuenta, o mucho peor; ¡Tenía una abeja! Podía ser cualquier otro bicho y a JeongIn no le preocuparía, pero le tenía un miedo inmenso a las abejas desde que agarró una flor y una abeja lo picó.–!¿Que?¡ !¿Que tengo?¡!¿Es una abeja?¡

Seo al oír esa suposición empezó a reir mientras negaba, confundiendo a JeongIn.–No, Innie, no es una abeja. Es solo que...–Saco su teléfono y entró a a cámara.–Mirá.–Le entregó su teléfono. El menor rápidamente dirigió su mirada a su cuello por el teléfono, encontrando visibles chupetones. Se sorprendió bastante, sabía que iba a tener algunos, pero no tan llamativos. Quiso comprobar si Seo también los tenía, y también los tenía, pero no eran tantos.–¿Que?–Entendió que el menor estaba viendo su cuello, preocupado de que se notarán mucho las marcas.–¿Se notan mucho? Hoy tengo que trabajar y va a ser raro si se notan.

–No mucho, se notan menos que los que tengo yo.–El mayor asintió y los dos volvieron a comer, hablando de distintas cosas.

Y así el tiempo pasó, los dos terminaron de desayunar y se fueron a ver una pelicula, pasando de vuelta a segundo plano, pues comenzaron a besarse apenas comenzó está. El calor estaba comenzando a subir, había manos por aquí, manos por allá, se podía escuchar el ruido humedo de los besos y algunos jadeos que salían de ellos. Pero el ruido de la puerta los interrumpió. JeongIn se ofreció a ve quien estaba ahí, ya que según Seo no esperaba a nadie, pero antes de abrir se acomodó la ropa y el cabello desordenado, pero aún así se podían notar sus hinchados y rosas labios. Apenas abrió pudo ver a alguien ya conocido para el y para ChangBin.

–Hola.–Saludó el mayor, a lo que el menor respondió lo mismo tímidamente.–Uh, ¿Está ChangBin?–Asintió y le gritó al pelinegro mayor. A los minutos llegó, preguntando quién era, sorprendiéndose al ver al castaño.

–Minho Hyung quiere hablar contigo.–Explico cuando el mayor llegó a su lado, notando como su amigo lo miraba burlonamente.–Mejor me voy asi hablan mejor.–Dijo con una sonrisa y se retiró despues de saludar al otro mayor.

–¿Que quiere?–Quizas sonó un poco más enojado de lo que quería aparentar, pero era por que estaba interrumpiendo su sesión de besos con JeongIn.

–Tranquilo, Chang.–Intentó calmarlo en broma, pero ChangBin solo rodó los ojos.–Veo que se estaban divirtiendo.–Subia y bajaba sus cejas en forma picarona, eso hizo reir a Seo, cambiando su semblante serio a uno mas tranquilo.

^Traumas^         {JeongBin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora