°•Capitulo XXVI•°

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26.
Inspirascion

JeongIn despertó de su siesta de, aproximadamente 30 minutos. La ansiedad por llegar lo estaba carcomiendo, ¿Le caería bien a su madre?, ¿Cómo era? O ¿Sabía que a ChangBin le gustaban los hombres también? Eran muchas preguntas, pero ninguna respuesta.

Para evitar sobre pensar en eso, decidió hacer su tarea, el poema. No tenía sus útiles, así que prendió su celular —Ignorando los miles de mensajes de su madre— y entró a la aplicación de "Notas". Creyó que iba a ser fácil, le gustaba escribir, pero de la nada, su mente se había bloqueado, nada surgía, ninguna idea, literalmente, nada. ChangBin lo notó ido, desconcentrado, a pesar de que en realidad estuviera concentrado buscando inspiración.

—¿Pasa algo malo, Innie?—Preguntó aún mirando hacia el frente, captando la atención del menor.

Negó, nada en realidad pasaba, ni siquiera una idea para escribir. ¿Qué debería escribir?, ¿Que tipo de poema?, ¿Uno romántico?, ¿De qué trataría? No quería estresarse, pero no saber que hacer, o como hacerlo lo estaba logrando estresar poco a poco.

—Nada realmente... Quería hacer la tarea, pero no tengo inspiración...—Suspiró, frustrado.

—¿Que tienes que hacer? Te ayudo.—Alentó, con una sonrisa, por su puesto sin dejar de ver en frente.

Oh, Binnie, eres perfecto.

—Tengo que escribir un poema, romántico, triste, etcétera. Es para una muestra, pero no puedo pensar en nada.—Frunció el ceño, enojado con sigo mismo. Pero no era su culpa, las ideas simplemente no llegaban y ya.

Se suponía que iba a hacer su tarea para no sobre pensar de más, o estresarse, pero la tarea estaba haciendo todo lo contrario. Sinceramente, JeongIn le preocupaba mucho sus tareas, nunca prestaba atención a clases por qué siempre sabía de más, pero detestaba no poder terminar o hacer una tarea, lo hacía sentirse...

Inútil.

—Oh... ¿Que tipo de poemas te gusta escribir? Si es romántico, o parecido podría hablar sobre algo que te guste. Solo respira profundo y concéntrate, así las ideas llegarán.—Asintió, replicando lo que le había dicho, respiró profundo y exhaló, sintiendo más calma poco a poco.

Ninguna idea había llegado aún, pero se sentía un poco mejor. Por última vez, Inhaló y exhaló con los ojos cerrados, imaginando un lugar lindo, uno que no lo estrese, donde solo estuvieran ellos dos.

Con ChangBin podía sentir que lo tenía todo, verdaderamente lo quería, pero no quería hacerle daño, lastimarlo. No quería que se preocupara por el, aunque era una tarea difícil, pues también era su psicólogo, pero no quería que dejara de ser feliz o algo así por el, se sentía como una carga.

ChangBin debía ser feliz, pero si estaba preocupado por el todo el tiempo no lo sería.

Esas eran las palabras de Yang, le dolía pensar en no estar con el, pero más le dolía aún si su sonrisa se borraba por su culpa.

Lentamente, abrió los ojos, mirando a ChangBin una vez los tuvo abiertos. Miraba su perfil, su nariz respingada, sus labios, sus ojitos lindos, todo en el era... Era perfecto. Podría ver su cara todo el día, podría hablar con el una semana, podría ser feliz con siquiera escuchar su voz...

¡Bingo!

La inspiración había vuelto.

—¡Lo tengo!—Dijo en un susurro, para luego empezar a escribir. ChangBin lo escuchó, pero no dijo nada, solo sonrió enternecido.

A sus ojos, todo lo que hacía o decía Yang JeongIn era tierno.

Pero mientras esté pensaba en lo lindo y tierno que era su menor, el contrario tecleaba en su celular su poema, un poema romántico, un poema que hablaba sobre lo que le gustaba.

^Traumas^         {JeongBin}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora