¡Hola mis amores! Les doy la bienvenida a esta nueva historia, la cuál espero que la disfruten tanto como yo estoy disfrutando escribiéndola.
Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, le pertenecen a mamá Rumiko.
Ahora si, comencemos...
CAPITULO 1
*Perspectiva de Inuyasha*
-¡Maldita sea! Odio este lugar.
-Tranquilo, Inuyasha. Ya nos iremos; ese hombre no debe de tardar mucho. Mientras tanto, pidamos unos tragos.
Observé a Miroku pedir dos tragos mientras yo recorría el lugar con la mirada. Era un antro de mala muerte, lleno de mujeres con casi nada de ropa; podría apostar que el dueño ni siquiera tenía todos los papeles del local en regla.
Hice una mueca de asco al ver a un viejo de unos 70 años manoseando a una jovencita de unos 22 años. ¡Santo cielo, podría ser su nieta! ¿Cómo podía haber hombres que pagaran por tener a una mujer? ¿No les daba vergüenza aprovecharse de estas pobres mujeres? ¿Qué no tienen otra forma de vivir? ¡Malditos bastardos!
Me froté la sien porque la espera por ese tipo ya me estaba provocando jaqueca. Su nombre era Chokyukai.
-¿En qué piensas, Inuyasha? -preguntó Miroku con curiosidad.
-¿En qué más va a ser? En el maldito que nos estafó -respondí furioso.
-Ya no te hagas mala sangre, Inuyasha.
-¿Que no me haga mala sangre? ¡Ese idiota se hace pasar por un empresario que venía de China, que según quería invertir en el negocio de arquitectura! Lo único que hizo fue engañarnos como a dos idiotas. Ya habíamos firmado el maldito contrato y luego, el estúpido de mi hermano, con gran altanería, llegó diciendo que este tipo nos vio la cara -le solté con rabia mientras recordaba las palabras de Sesshomaru.
Flash Back
-¿Recuerdas cuando te dije que ese hombre, Chokyukai, no me daba buena espina?
-A ti nadie te da buena espina, querido hermano -respondí con sarcasmo.
-¡Deja el sarcasmo para otro día, idiota! Lo estuve investigando.
-¿Qué hiciste qué, Sesshomaru? -pregunté molesto-. ¿Con qué derecho te metes en mis decisiones?
-Me meteré hasta que hagas las cosas bien, idiota.
-¡No me digas idiota, maldito! Además...
-¡Cállate! -gritó interrumpiéndome.
-A mí no me callas, Sesshomaru.
-¡Fuiste estafado, pedazo de mierda!
-¿Qué? -me quedé en shock al escuchar sus palabras.
-Lo que oyes, ¡fuiste estafado! Ese hombre no es empresario; es un embustero que viene huyendo desde China, y lo único que busca es dinero para largarse a otro continente. El maldito trafica con armas y drogas; lo están buscando para matarlo. -Sesshomaru se pasó las manos por el cabello y lo estrujó en señal de frustración-. ¿En qué mierda estabas pensando cuando firmaste un contrato con ese idiota?
-Yo... -no podía articular ninguna otra palabra.
-¿Es lo único que dirás?
-¡Sesshomaru!
-¡Sesshomaru nada! ¡Hoy mismo deshaces ese contrato!
-Si lo hago, tendré que pagarle una gran suma de dinero a ese imbécil -dije, cada vez más preocupado.
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Eres mi luz
RomanceInuyasha es estafado y decide arreglar el problema yendo a un antro de mala muerte junto a su amigo/hermano, Miroku, sin embargo no tiene idea que, en aquel lugar, encontrará aquello que deseará proteger con su vida.