El lunes por la mañana, la luz del sol se filtra a través de las cortinas de mi habitación, marcando el inicio de otro día que, en circunstancias normales, debería ser como cualquier otro. Pero este no lo es. Mi corazón late con un peso que nunca antes había sentido, y la realidad de lo que sucedió el fin de semana sigue rondando mi mente como un mal sueño del que no puedo despertar.
Me levanto lentamente, cada movimiento es una molestia para mi cuerpo adolorido. Mi ojo aún está hinchado, un recordatorio constante de lo ocurrido. Me acerco al espejo y observo el reflejo de mi rostro. El morado alrededor de mi ojo ha bajado un poco, pero sigue siendo lo suficientemente visible como para preocuparme. No puedo dejar que nadie lo vea, sobre todo no puedo dejar que Tom lo vea. Con eso en mente, tomo unas gafas de sol grandes del cajón, que normalmente usaría solo en el verano, y me las pongo. Ocultan lo suficiente, pero también me dan un aire de misterio que podría levantar sospechas.
Aun así, no tengo otra opción, he pensado en ponerme algo de maquillaje, pero no podría taparlo bien del todo. Respiro hondo y salgo de mi habitación, esperando no cruzarme con nadie. El silencio en la casa es palpable, y eso me reconforta de alguna manera. Salgo de la casa sin hacer ruido, evitando cualquier confrontación innecesaria. Al menos por ahora, solo necesito llegar a la escuela y pasar desapercibida.
Mi chofer está fuera, así que subo rápidamente y el coche arranca para ir a la escuela. Me acurruco contra la ventana, viendo cómo el paisaje pasa rápidamente, pero sin realmente fijarme en nada. Mis pensamientos están en otra parte, en cómo me las arreglaré para mantener este secreto durante todo el día.
Al llegar a la escuela, me muevo con rapidez, con la cabeza baja. La gente me saluda al pasar, pero evito mantener conversaciones prolongadas. Las gafas de sol hacen que algunas miradas se alarguen un poco más de lo normal, pero ignoro cualquier comentario al respecto. Lo último que necesito es que alguien empiece a hacer preguntas.
En el pasillo, me cruzo con Tom. Mi corazón da un vuelco al verlo, me intento esconder detrás de una taquilla pero ya es demasiado tarde, Tom ya me ha visto y viene hacia aquí, así trato de actuar con normalidad. Él se acerca con su habitual sonrisa despreocupada y su forma de andar orgullosa, pero noto que su expresión cambia cuando ve las gafas.
—¿Gafas de sol? —dice, con una mezcla de diversión e ironía en su voz—. ¿No es un poco exagerado para el otoño?
—Ya sabes, nuevo look...—respondo con una sonrisa que espero parezca genuina—. Además, no dormí bien anoche, y no quiero que me veas con estas ojeras horribles.
Él me mira fijamente, y por un momento temo que va a insistir. Pero finalmente, asiente con una sonrisa.
—Está bien, solo espero que estés bien descansada para esta noche. El concierto va a ser increíble.
Asiento, agradecida de que no presione más.
—Claro que sí. No me lo perdería por nada...— es verdad, no me perdería por nada la gira de los chicos. Solo intentaré ir con más cuidado esta vez para que los paparazzi no me vean.
Seguimos caminando juntos por el pasillo hasta llegar a clase. Me siento tensa cada vez que alguien se acerca demasiado, temiendo que puedan ver más allá de las gafas.
— He estado pensando que en alguno de los conciertos tú podrías salir algún momento al escenario conmigo y... bueno, ya sabes, para anunciar lo nuestro.— dice Tom con un pequeño brillo en sus ojos. Claro que quiero hacerlo, pero, si salgo al escenario, mi padre volverá a verme en las noticias, periódicos, y cualquier lado, y más en ese momento si se enteran de que tengo una relación con él.
—eh... sí, claro.— digo dándole una pequeña sonrisa. Veo que Tom se me queda mirando por unos segundos mientras yo esquivo su mirada. Sé que si le miro fijamente podrá saber hasta lo más profundo de mis problemas, y no quiero ser una carga para él en plena gira.
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𝐀 𝐅𝐀𝐋𝐒𝐄 𝐓𝐑𝐔𝐄 // Tom Kaulitz Fanfic
Fiksi Penggemar𝐁𝐄𝐑𝐘𝐋 llega nueva al colegio interno más prestigioso de Alemania después de que sus padres debieran mudarse allí por temas laborales. Ella tiene un pequeño encuentro de mal gusto con un chico con rastas en recepción, Tom Kaulitz, el cual no la...