Paris resplandecía bajo el manto de un cielo salpicado de estrellas en la cálida noche de verano. Las luces de las farolas se reflejaban en las aguas tranquilas del Sena, creando un juego de luces y sombras que parecía danzar al ritmo del murmullo del río. Los cafés al aire libre estaban llenos de vida, con risas y conversaciones en múltiples idiomas flotando en el aire. Las mesas estaban adornadas con velas, cuyo parpadeo añadía un toque de magia al ambiente. El aroma de croissants recién horneados y café recién hecho se mezcla con el dulce perfume de las flores que adornan los balcones.
Por las estrechas calles empedradas del Marais, los adoquines brillaban bajo la luz de la luna, y las fachadas de los edificios antiguos, con sus contraventanas coloridas, parecían susurrar historias de siglos pasados. Los artistas callejeros desplegaban su talento en cada esquina, pintando retratos rápidos o tocando melodías que invitaban a los transeúntes a detenerse y disfrutar del momento. A medida que la noche avanza, la Torre Eiffel, majestuosa y resplandeciente, se iluminaba con miles de luces centelleantes que iluminaban el cielo cada hora, arrancando exclamaciones de asombro de quienes la contemplaban desde Champ de Mars o desde los barcos turísticos que surcaban el Sena. Bajo la sombra protectora de Notre Dame, la catedral parecía cobrar vida con las historias de Quasimodo y Esmeralda. Su reflejo en el Sena parecía un eco de su majestuosidad, un recordatorio de la eterna belleza de París.
Parado en el balcón, Bucky lanzó un suspiro ¡Había cumplido treinta años de matrimonio! ¡Treinta años! Lo que había comenzado como un simple juego en la sala de un departamento de solteros había evolucionado hasta convertirse en algo que podían llamar familia, sin que nadie lo pudiese discutir. Un par de brazos morenos rodearon su cintura y el no dudó en echar su cabeza hacia atrás, al tiempo que recibía un beso en el cuello.
- Feliz aniversario, señor Wilson – susurro Sam contra la piel nivea, logrando estremecerlo
- Te amo mucho mas que hace treinta años - respondió Bucky cerrando los ojos
- ¿Te cuento un secreto? – dijo Sam y Bucky hizo un sonido de aprobación sin abrir los ojos empezando a perderse en las caricias – mejor te lo muestro – y Bucky se auto-obligo a abrir los ojos. Frente a él una caja que él conocía perfectamente
- ¿trajiste el simulador? - dijo Bucky sonriendo emocionado girándose
- Mi chica va conmigo a todas partes – dijo Sam sonriendo antes de ser abrazado por su cuello – ¿que dices si le intentamos dar un nuevo tío a los niños? - y lentamente lo beso
- ¡Aléjate del abuelo Bucky! – grito Miles, el hijo de cuatro años de Joaquin, sin abrir la puerta
- ¡Es nuestro! ¡Mamá lo dijo! – grito Eli de cinco años, hijo mayor de John y Karli, mientras Bucky ahogaba su carcajada escondiendo el rostro en el cuello de su marido
- ¡Devuélvenoslo! – grito Nathaniel, su hermano de tres años
- ¡Abre la puerta! - grito Eli
- ¡Queremos al abuelo, Bucky! - grito Miles mientras se escuchaba la risas amortiguada de Carol
- ¡Es mío y no lo comparto! – dijo el moreno aguantando la carcajada por el sobresalto que le causó el grito – ¡ahora duérmanse, mocosos, o los castigaré de por vida! ¡Y después castigaré a sus padres!
- ¿Y a nosotros por qué? - dijo Carlii con una voz en la que se distinguía claramente una carcajada
- ¡Somos inocentes! - grito Joaquin
- ¡Devuélvenos al abuelo Bucky! – gritaron los niños al unísono y la carcajada de Carol y Adam se hizo más evidente
- ¿No se irán cierto? - pregunto Sam en voz baja mientras sonreia y Bucky movió negativamente la cabeza sin desenterrarla del cuello del moreno – ¡bruja, pagaras caro por esto!
- ¡Devuélvenos al abuelo Bucky! - dijo Carol
- ¡me está desafiando la muy...! - gruñó Sam sin dejar de sonreír – ¡te voy a...! - dijo abriendo la puerta
- ¡Feliz aniversario! - grito toda la familia mientras Karli sostenía un pastel haciendo reir a la pareja mientras Adam filmaba
Joaquin había explicado en la recepción que querian gastarles una broma a sus padres, y tras conseguir el permiso de los pocos huéspedes del hotel, lograron que les dieran diez minutos para gritar en su puerta. Abrazos, besos y felicitaciones no se hicieron esperar junto a los aplausos de los huéspedes
Media hora después Bucky cerraba la puerta después que Jhon fuese el último en salir de la habitación. Se miraron cómplices, mientras Sam volvió a abrazarlo para besarlo esta vez sin interrupciones, a la vez que el cielo parisino estallaba con juegos pirotécnicos festejando su aniversario patrio. Caminaron hasta caer en la cama. Las manos de Sam se deslizaron por debajo de la polera de Bucky estremeciéndose completamente. Las manos hábiles del curador abrieron el pantalón del moreno mientras los suyos desaparecian en alguna parte de la habitación.
Besos se esparcieron por el pecho de Bucky, mientras uñas se enterraban en la espalda de Sam. Los brazos de Bucky fueron sujetados sobre su cabeza. Enredo sus piernas de alrededor del moreno, mientras un dedo se colaba hacia su interior arrancándole un gemido de placer
- Te amo tanto – le susurro Sam en medio de un beso
- ¿lo suficiente como para saltarnos por hoy Eternal Advenger? - pregunto Bucky
- Tus deseos son ordenes – dijo Sam empezando a entrar lentamente en él
- ¡Dios! - gimió Bucky con los ojos cerrados mientras sus cuerpos encajaban de la manera más perfecta posible – ¡Sam! - sintió como el moreno colaba una mano entre ambos cuerpos hasta llegar a su entrepierna – es...
- La gloria – susurro Sam aumentando el ritmo hasta estallar dentro de su esposo mientras Bucky lo hacía en su mano
Sam cayó a un lado de la cama escuchando la respiración de su esposo tan agitada como la suya. Se miraron sonriendo cómplices. Casi al instante Bucky se acomodo entre los brazos del moreno, quien le beso la frente perlada de sudor. La mano de Sam se apoderó de su estrecha cintura. Sin lugar a duda el gimnasio en casa daba frutos muy visibles.
- ¿Adivino que piensas? - pregunto Sam cubriendolos con las sábanas
- No creo que puedas – dijo Bucky jugando con los vellos del pecho de Sam – pero intentalo
- Piensas... – dijo Sam – ¿Dios, en verdad es el hombre mas sexi del mundo acostado en mi cama en este momento?
- Ya sé eso – dijo Bucky –, es mi cama y estoy acostado en ella en este momento. Obviamente, está el hombre más sexi del mundo acostado en mi cama en este momento – y al instante sintió una nalgada en su glúteo derecho que lo hizo sonreír
- Muy gracioso – dijo Sam
- Pensaba en la propuesta que me hiciste – dijo Bucky
- ¿cuál de todas? - pregunto Sam
- El simulador – dijo Bucky
- Dijiste que por hoy estabas bien asi nomas – dijo Sam levantado una ceja
- Perdón – dijo Bucky fingiendo llorar – soy un tonto calenturiento que te ve y se olvida de todo – y escondió el rostro en el pecho de su marido
- No discutiré eso – dijo Sam y sintió un golpe en el costado que lo hizo sonreír – auch. Cuenta como violencia doméstica.
- Llorón – dijo Bucky
- Ok – dijo Sam levantándose y caminando hacia el cajón donde guardaba sus bolsos de viaje – vamos a buscar Lance y Roxette.
- Linda vista – dijo Bucky antes de morderse el labio inferior
- Y espera que vuelva – dijo Sam – mejorará en un mil por ciento.
- Pretencioso – gimió Bucky
- Tengo una duda – dijo Sam buscando en su bolso – después que tú y yo empezamos a salir oficialmente ¿nunca...?
- ¿nunca qué? - pregunto Bucky con la mirada clavada en la espalda de su esposo mientras se humedece los labios
- ¿Nunca pensaste en chicas? - pregunto Sam
- ¿Te refieres a serte infiel en pensamientos? - preguntó Bucky – no, estoy bien con lo que tengo. Gracias
- ¿seguro? - pregunto Sam girándose con dos pequeñas cajas en las manos
- Completamente seguro – dijo Bucky – ¿y tú?
- Amo a mi chica – dijo Sam sonriendo – no necesito más. Por cierto ¿qué tal tu vista del paisaje?
- No estaba nada mal – dijo Bucky –, pero mejoro bastante – agregó sonriendo
- Hora de la segunda parte de la fiesta – dijo Sam volviendo a la cama y le entregó su simulador
- Nunca me decido cual me gusta más – dijo Bucky colocando el pequeño disco en la sien
- Pues, no elijas – dijo Sam
- Entonces te veo del otro lado – dijo Bucky besando sus labios antes de acomodar su cabeza en el pecho del moreno mientras su cintura era rodeada por un par de brazos
Cada uno tomó un chip que estaba dentro de las cajas y los metieron en sus respectivos controles. Mantuvieron pulsado el botón de sincronización. Bucky escogió a Roxette y Sam a Lance. Al terminar el conteo pulsaron el botón y sus mentes viajaron atreves de la red hasta llegar Wakanda, una metrópolis futurista ambientada en África. La arena estaba rodeada de estructuras arquitectónicas impresionantes con luces de neón que reflejaban el ambiente de alta tecnología. El cielo estaba lleno de naves y drones, con un telón de selva y animales salvajes, en las que una pantera negra infundía respeto.
Lance se movió primero, lanzando su lanza con un giro rápido hacia Roxette, la punta chisporroteo con energía. Roxette, con movimientos casi sobrehumanos, esquivo la lanza con una voltereta hacia atrás, aterrizando grácilmente sobre un pie. Con un gesto ágil, arrojo una de sus dagas hacia Lance, que se acercó con una velocidad vertiginosa. Lance desvío la daga con su lanza, las chispas volaron al contacto de las dos energías contrarias. Avanzó rápidamente, girando su lanza en un movimiento fluido, atacando a Roxette con una serie de golpes rápidos y precisos. Roxette apenas tiene tiempo de esquivar, pero sus reflejos la mantuvieron fuera del alcance de la lanza, deslizándose como una sombra entre los ataques de Lance, pero este logro hacerla retroceder golpeando su pecho
- Andas algo distraída – dijo Lance –. Tal vez... sea el paisaje
En un momento de distracción, Roxette aprovecho y lanzó una ráfaga de energía azul desde sus dagas, impactando a Lance y enviándolo varios metros hacia atrás, donde se estrelló contra un muro en medio de un pantano. El impacto creó una explosión de destellos
- ¿También admiras el paisaje? - pregunto Roxette limpiándose algo de barro de su abdomen plano
Lance se levantó lentamente, sin dejar de ver a su rival. Con un gesto, convocó a su lanza de vuelta a su mano, preparándose para el siguiente asalto. Roxette, con una mirada determinada, ajustó sus dagas y se preparó para el enfrentamiento final. Lance escupió a un lado sin perder contacto visual, mientras Roxette con movimientos lentos trono los huesos de su cuello
Lentamente, ambos empezaron a correr, uno contra el otro. Con cada paso su velocidad aumentaba. Solo diez metros los dividían. Siete... Cinco... Tres... Ambos saltaron, y... Las armas cayeron. Los brazos de Roxette se enredaron alrededor del cuello de Lance, mientras que los de él se apoderaron de la cintura de la mujer. Sus labios se encontraron mientras sus ropas volaban en diferentes direcciones.
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El sol se levantaba sobre la arena futurista que permanecía en silencio. La batalla feroz que había rugido allí horas antes se había apagado, y solo quedaban las huellas de lo que había sido una confrontación épica entre guerreros de otro mundo. El cielo, que durante la noche había sido un torbellino de colores vibrantes y energía eléctrica, se fue tiñendo de tonos más suaves. Al principio, un azul marino profundo cubrió el firmamento, todavía salpicado por los últimos destellos de las estrellas distantes. Los primeros rayos de luz, tímidos al principio, se filtraron entre las estructuras metálicas de la arena. El suelo, de un metal pulido y reflejante, capturó esa luz, devolviendo un resplandor dorado que iluminaba con delicadeza los detalles de la arena.
Las sombras, alargadas por la posición baja del sol, comenzaron a desplazarse lentamente, creando un juego de luces y oscuridad que añadía una nueva profundidad al lugar que antes había sido escenario de una lucha encarnizada. El aire estaba fresco, impregnado de la brisa ligera que serpenteaba a través de la arena. Los estandartes que colgaban de las torres más altas ondeaban suavemente. Las armaduras de los guerreros que habían combatido horas antes, que habían brillado con la energía del combate, ahora reflejaban la luz dorada del amanecer, como si la naturaleza misma los envolviera en un manto de paz olvidadas sobre la hierba.
Bucky dormía sobre su costado derecho con su cabeza sobre el pecho de Sam y los brazos del moreno firmemente aferrando su cintura. Se habían cubierto con algunos musgos, mas por instinto que por necesidad. Entre sueños se movieron, y eso bastó para que sintiera las vibraciones a lo lejos ¿acaso la tierra estaba moviéndose? Despertaron de golpe y se sentaron mirando en todas direcciones
- ¿lo sentiste? - pregunto Sam
- Si – dijo Bucky desorientado mirando en todas direcciones
- ¡salir del juego! – gritó Sam y desapareció
“Sam salió del juego” leyó Bucky frente a él, justo donde segundos antes había estado el hombre, por lo que él lo imitó. Ambos se sentaron en la cama, intentando averiguar que había pasado. La habitación ya estaba iluminada por el sol que entraba por el balcón. Unos golpes provenían de la puerta, junto con un llanto de niño que llamaba al ¿acaso ese era Nathaniel y llamaba desesperado al abuelo Bucky”? De un salto ambos hombres estuvieron fuera de la cama ¿que había pasado? Bucky iba a correr a abrir la puerta cuando Sam le recordó su desnudez, por lo que tomo un short que vio de camino y se lo coloco
- ¡Abuelo Bucky! - lloraba el pequeño cuando la puerta se abrió
- ¿Nathaniel, qué pasa, mi vida? - dijo Bucky cargando al pequeño, quien al instante se abrazó a él como si su vida dependiera de ello – tranquilo ya pasó – dijo Bucky – solo fue un mal sueño
- ¿qué paso? - dijo Sam acercándose, vistiendo unos pantalones de pijama, pero al sentir su presencia el pequeño se alteró más
- Ya – dijo Bucky meciéndolo – tranquilo
- ¡No, no, malo! - gritaba el pequeño aferrándose más al hombre por lo que Sam se alejó unos pasos
- ¡Es el abuelo Sam! ¡Es el abuelo Sam! - repetía Bucky – tranquilo – pero para parecía tener el efecto contrario por lo que entró a la habitación mientras Sam retrocedía más
- ¡Natha! - dijo Joaquín entrando en la habitación muy seguido de su esposa quien corrió hacia su hijo
- ¿qué paso? - preguntó Kate intentando tomarlo en brazo, pero el pequeño se negó a soltarse del hombre
- ¡El abuelo Sam se va a comer al abuelo Bucky! - dijo Nathaniel en medio del llanto – ¡mi papá te lo dijo! ¡Yo quiero al abuelo! ¡No quiero que se lo coman! - un silencio absoluto cayó sobre la habitación mientras todos volteaban a ver a Joaquín, antes de cubrirse las bocas en un intento de disimular sus carcajadas
- ¡Abuelo Sam, malo! - grito Carly y se distinguía su risa
- ¡Eso no se hace! – dijo Adam
- ¡Ese es mi nieto! ¡Estoy tan orgullosa! – desde la puerta gritó Carol – ¡debemos cuidar al abuelo Bucky de las fauces del abuelo Sam!
- ¡Es nuestro! - dijo Carly mientras Bucky intentaba esconder su carcajada entre la ropa del niño y Sam salió hacia el balcón intentando disimular la suya
El reloj marcaba las diez de la mañana cuando la familia Wilson salía del hotel para dar un paseo. Aún faltaban varios días para que deberían regresar a Estados Unidos por lo que se divertirán mucho aún. Les había costado explicar a los niños lo que había ocurrido, pero los habían logrado calmar, ya que cuando Miles y Eli habían escuchado al pequeño Nathaniel también habían temido por la vida de su abuelo favorito. Sam solo había mirado a su ex esposa con el ceño fruncido y había cruzado los brazos, ganándose que la rubia le sacara la lengua y se girara para conversar con su nuera. Bucky entrelazo su mano a la de Sam y este sonrió. No podían ser más felices
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Eternal Avenger
FanfictionCuando Sam y Bucky, dos antiguos amigos de la universidad, se reencuentran en un juego de realidad virtual, sus partidas nocturnas tendrán consecuencias inesperadas que haran que Sam se replantee un par de cosas en su vida * * * Historia basada en e...