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-Solo firma el divorcio y déjame libre.

Pharita trago saliva y trato de recomponer su confianza, tomo los papeles y se los tendió a Ruka.

La misma los tomo y les hecho un vistazo, cuando la pelinegra pensó que iba a firmarlo, la más alta lo lanzó al suelo y con su tacón piso las copias.

-¡No!- Grito viéndolos antes de levantar la mirada- ¿Porque lo hiciste?

Ruka sonrío antes de darle una bofetada, increíblemente fuerte. Pharita quedo estupefacta en su lugar con el rostro ladeado a un costado mientras su mejilla picaba.

-Q-Qué...?- Levantó una mano y la llevó a su mejilla antes de levantar el rostro.

Ruka oculta tan bien su sorpresa por haber reaccionado así, que Pharita no se dio cuenta.

-¿Crees que tu vas a dejarme a mi?¿Alguien que no puede entretener a su mujer en la cama?- Ruka hablo tan serena que Pharita sintió escalofríos, sin embargo no se dejó intimidar.

-Mi "mujer" me abandona por malditas rastreras. ¡¿Cómo puedo entretener a nadie en la cama?! ¡Eres ausente, estas ausente! ¡Otra mujer me da lo que tu no me das!- Comenzó a empujarla- ¡Otra mujer me hace gritar en la cama porque me toca como...!- Se quedó en silencio cuando su esposa la tomó de la camisa y la jalo bruscamente, quedando otra vez muy cerca.

-¿Quién te ha dado una casa, vida, dinero, respeto social, el orgullo de tus padres, una cama cómoda, lujos, salidas, viajes? Yo lo hice- Hablo la pelinegra- Tú eres un trofeo para mi...- La empujó- Todos decían que la hija de los Chaikong era sagaz y sexy. Pero ninguna de esas cosas se cumplen en ti, pero te tengo y no voy a dejar que nadie más lo haga.

-¡Tú no me amas!- La voz de Pharita salió herida.

-No se necesita amor para un matrimonio, mi Rita. Pero tampoco se necesita hacerlo para meterte entre tus piernas.

La más baja intento golpearla pero su esposa la tomó de las muñecas.

-¡Eres una desgraciada!- Gritó dolida con los ojos cristalizados- ¡Me arrepiento de haber perdido todos estos años contigo! ¡Me das asco, me das as...!- Y se calló, mas bien la pelinegra la calló, lloro cuando aquellos agrios labios chocaron contra su boca.

-La pelinegra recorrió con su lengua la boca contraria antes de empujarla y que cayera encima de los papeles.

-Me alegro que te de asco, porque esto que hiciste aquí lo pagaras con creces.

Pharita se refrego los labios con asco mientras lloraba.

-¿Porqué no me dejas?- Dijo la más baja.

-¿Qué buscas? Estos años...¿Querías que fuera la esposa perfecta, atenta y educada?- Pregunto burlona.

Pharita la miró y le lanzó los papeles de divorcio al pecho.

-¡No te atrevas a volver a tocarme!- Grito- ¡O voy a lastimarte!

-¿Tú? ¿Cuántas veces debo decirte que no puedes hacer nada sin mí?- Su mujer intento tocarle la mejilla y Pharita la abofeteo.

-No es asi, soy suficiente.

Ruka carcajeo y elevo una ceja.

-Asa te ha dado demasiadas esperanzas. Supongo que a los insectos molestos se les quita del camino- Ruka se encogió de hombros restandole importancia- Puedo hacer eso...

-¡No te metas con Asa!- Pharita se levantó rápidamente y corrio fuera de allí, su celular cayó al suelo.

Necesitaba advertirle a Asa. ¿Cómo Ruka se había transformado en ese monstruo?

En ese momento se agacho para tomar el celular de su esposa, caminó hasta su laptop y lo usó como USB.

La carpeta de cámara tenía fotos de más usual y Ruka la abrió.

Ella sabía que su mujer era idiota para no ponerle clave a su carpeta.

-Oh... Mira que idiota nos saliste- Gruñó.

Pharita estaba acostada, despeinada, con solo una sábana blanca cubriendola. Sus dientes blancos siendo mostrados en una tierna sonrisa.

Otras fotos tenían a Pharita con una camisa más grande, otra con una bata abierta... Y lo que más molesto a Ruka; un video, de SU esposa siendo tocada mientras se retorcía y gemía el nombre de esa estúpida.

Pharita era su trofeo... Nadie iba a querer un trofeo qué este manchado y rotó, y eso es lo que Ruka haría.

Matame Lento - RuphaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora