Cuando ambas se quedaron solas. Ruka tuvo el descaro de acercarse a su esposa y darle un beso en la frente.
-Adelante, trata de arreglar eso ahora, mi Rita- Sonrío.
Pharita se alejo y la abofeteo.
-Eres una maldita. Me tienes aquí a tu lado sin siquiera tocarme, solo como un trofeo ¿Porqué no me dejas? Mujeres no te faltan, infeliz- Frunció el ceño- Soy feliz con Asa, no te pido nada porque lo tengo todo con ella ¡Déjame ya!
-¿Dejarte?¿Y arriesgar mi imagen?- Río- Y a pesar de que creía que no tenias sentido del humor.
Pharita se giro para irse, pero sintió la mano de Ruka tomarla de su antebrazo. El agarre fue lo suficientemente fuerte para hacerla jadear de dolor.
-Ruka... Suéltame.
Su mujer la jalo hacia ella.
-Escúchame bien, Rita. Cuando entremos sonreirás, fingiras ser la más feliz del mundo y no te lo haré pagar.
-No- Gruñó Pharita, quitando su brazo a pesar del dolor. ¡Ya no quiero fingir más! ¡Lo que hiciste hoy fue suficiente para mí! ¡Ya no quiero ser una ment...!- Sus gritos fueron callados cuando Ruka la tomó de la cintura y la besó.
-Te lo estoy advirtiendo Pharita.
Esta limpio su boca con el dorso de su mano antes de girarse.
Esa noche, después de la fiesta, durmió en el cuarto de invitados. Luego de años rogando por el amor de Ruka y siendo ignorada ahora era Ruka quien fue ignorada y desafinada.
Por supuesto, la primera noche nisiquiera lo noto. Nisiquiera la primera semana.
Cuando se cumplió el mes, Ruka se sentía completamente molesta.
¿Quién se creía ella para ignorarla? La chica se movía por la casa coml sk estuviera completamente sola.
Mientras la veía cada vez más distante con ella, notaba a su esposa mucho mas ¿Linda?¿Rebelde?¿Atractiva?
Comenzó a dejarse el cabello sin arreglar, por lo que este tomaba unas preciosas ondas.
Blusas blancas de vestir solo con algunos botones abrochado que dejaban ver sus bragas, haciendo que la blusa le quedara como un abrig. Ya ni se esforzaba en ocultar las marcas de las noches anteriores.
A Ruka ya no le llenaba completamente estar con mujeres.
Estaba mas enfadada, su rostro era el doble de bello que antes. Se pasaba horas en el gimnasio tratando de bajar la tensión qué acomulaba su cuerpo.
Esa noche cuando iba bajando del gimnasio a las 10 de la noche, Pharita bajaba con una camiseta de mangas largas y cuello en "V", jeans ajustados y unas zapatillas negras.
El cabello igual de despeinado y hermoso. Su piel radiante, su cuello con marcas visibles a lo lejos.
-¿A dónde vas?- Gruñó Ruka, deteniéndose en la puerta.
-¿Acaso yo te pregunte a donde ibas esas tardes?- Respondió la más baja, el ruido de las llaves sonando desde mano.
-Responde. Una pregunta no es una respuesta- Gruñó tomándole de la muñeca antes de que ella se liberará... ¿Acaso tenia delineador negro en sus ojos?
-Ok ¿a donde voy? Asa me invito a cenar hoy y como últimamente sales más seguido pensé en que no quiero dormir en una cama fría y la de Asa es caliente, muy caliente.
-¿Cómo te atreves a...?- Pharita la interrumpio.
-¿Cómo me atrevo? De la misma forma en la que tuvo hiciste todos estos años. ¿No te fue difícil verdad?
A mi tampoco me resulta difícil.Cerró la puerta y subió a su mujer a su hombro mientras ella le golpeaba la espalda gritando que la bajara.
Cuando llego arriba, la tiro a la cama junto con su celular a lado.
-Llmale a Asa- Gruñó, quitándose su abrigo- Dile que esta noche la pasaras con tu mujer.
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Matame Lento - Rupha
FanficEl matrimonio Kawai parecía perfecto frente a las cámaras... solo frente a las camaras. Adaptación