Rey a bordo

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Cuando escuché mi nombre comencé a correr hacia donde la madre de Gael, al llegar me dijo que necesitaba que le recogiera unas frutas en el bosque, de camino allá, comencé a recordar el sueño que tuve hace un rato, era demasiado ardiente y excitante, lo sentía tan real que me desperté con los calzones mojados.

Comencé a recoger algunas frutas y escucho la tercera campanada, ya era hora, salgo del bosque y me adentro a la casa, se aproxima una tormenta, el cielo quería caerse y el aire que se aproximaba traía consigo una fuerte aguada.

Al entrar voy directamente a donde Gael, quería saber lo que tenía para decir, al entrar estaba sentado en su sofá de piel, traía ropa puesta, imaginé encontrármelo desnudo, me paro frente a él, hago una pequeña reverencia y le digo:

—¿Señor, que es eso tan importante que quería decirme?

—Me mentiste, me mintieron tú y tu padre-dice en voz baja

—De qué hablas señor?— digo como si no supiera de qué hablaba.

—Henry me contó todo, me contó que te masturbabas viéndolo mientras el se bañaba desnudo en el río y un día tu padre de atrapó—no sabía que decir, ya no podía fingir más.

—Hicieron un trato, tú esclavitud en el castillo a cambio de dinero para poder irse—dice mientras me mira con rabia—

—Señor....

—¡Cállate!— Desterré a tu padre, tu hermana y tu madre están a salvo, en el pueblo, no tienes de qué preocuparte—

—Eso es lo único que me consuela, que ellas estén bien, ahora aceptaré mi castigo, aceptaré las consecuencias y el riesgo al que me debo someter, ¡máteme si quiere, pero sí!, me gustan los hombres, me encantan, no elegí nacer aquí-

Gael hace un pequeño silencio mientras dice—No!, no puedo matarte-

—Emm, porqué, eres el Rey ¿no?

—Si, lo sé, pero desde que llegaste aquí algo en mí cambió radicalmente—me dice mientras ese traslada a la cama y se sienta—

—¿Que se supone que haga ahora?, me quedo aquí? me marcho?
-le digo desesperado-

—Haz lo que querías hacer desde que llegaste, no te juzgaré ni te detendré—me dice con cara pícara.

Me acerco a él, quito sus zapatillas y comienzo a lamer sus dedos, todo una delicia, él se acalambraba, subo mis manos y comienzo a bajarle el pantalón, sus piernas velludas estaban excitantes así que comencé a besarlas, acerco mi nariz hacia su pene y comienzo a olerlo por encima de su calzón mientras él me acariciaba el cabello.

Sus manos ásperas comenzó a bajarlas a mi nuca y comenzó a apretarla fuertemente, yo mordía su verga por encima del calzón, su respiración se aceleraba y su pene se paraba poco a poco, me quito toda la ropa, me siento encima de él dejando caer mi culo en su verga sin quitarle la ropa íntima, le retiro la camisa y comienzo a chuparle los pezones, pezones grandes y parados, subo lentamente hasta llegar a su boca, la comienzo a besar, ese beso fue único, nuestro primer beso, una mezcla de odio, pasión y amor, fue maravilloso, sus labios mordían los míos y su lengua bailaba dentro de mi boca, mi verga parada chocaba en su abdomen, cuando su mano comenzó a tocarla, me paro un poco y la pongo en su boca.

Comenzó a chupar mi pene, la lengua la pasaba por todo mi glande rosado y eso me ponía muy ardiente, mientras el chupaba mi pene sus manos quitaban sus calzones, podía sentir el roce de su gruesa verga latiendo en mi piel, cada vez latía más y más, me volteo para chuparla un poco mientras él me comenzó a mamar el culo, nos dábamos placer mutuamente, los dos gemíamos exageradamente, no era para menos la verdad, me deslizo hacia delante posicionando su verga en mi culo y dejándola meter dentro de mí poco a poco, era tan gruesa que solamente su glande me dolía,

—No tengas miedo, iré suave—me dice mientras pone sus manos en mis hombros y empuja suavemente hacia abajo—

—Ahh, está casi adentro!!, digo mientras me la metía más.

Comencé a saltar en ella de manera delicada, sentí que mi ano se iba dilatando y traté de moverme más fuerte.

—Mmmm que delicia, joder que apretado—me dice mientras masajea mi espalda—

Me pongo en cuatro patas y le digo—por favor hazlo suave, pero no la saques—

Él me toma de la cintura y comienza a meterme la polla, primero la punta, después el tronco hasta que llego al final, sus pelotas chocaban con las mías, quería metérmelas también, meto mi mano y se la agarro fuerte, eso lo calentó demasiado y comenzó a follarme duro, sentía los latidos de su pene, y sus vellos rozaban mis nalgas haciéndoles unas cosquillas exquisitas.

Su movimiento tomó fuerza, mi pecho estaba pegado a la cama y mi culo totalmente empinado, el roce de mi verga con la sábana hizo que eyaculara en segundos dejando un gran charco de semen, el sacó su polla y rápidamente sentí su semen caliente corriendo por mi ano, al rato su lengua lamía mi culo haciendo un perfecto beso negro, no podía aguantar más le volví a tomar la verga y comencé a meterla de nuevo, él gritaba de placer, le hacía unas fuertes cosquillas hasta que se corrió dentro de mí.

Sus piernas temblaban, él se acuesta junto a mi mientras me besa los labios apasionadamente, al rato nos quedamos dormidos.

(Horas después)

Mientras dormía siento su mano tocando mi culo, sus dedos se fueron introduciendo hasta que sentí nuevamente su verga gruesa dentro de mí, su mano tapa mi boca y su brutal movimiento hizo que su polla follara mi culo.

—Abraham!!, serás mío por el resto de tu vida, ya me pertenece— me dice susurrando al oído.

El Rey [Gay +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora