Una Nueva Rutina y Nuevos Sueños
Los días habían pasado en una especie de nebulosa para Izuku. Desde que había regresado a casa, su vida había cambiado drásticamente. Atrás habían quedado las noches bajo las estrellas, los entrenamientos en el silencio del bosque, y las meditaciones solitarias en la cumbre de alguna montaña lejana. Ahora, su día a día estaba lleno de conversaciones con su madre, juegos con su pequeño hermano, y paseos por la ciudad con su padre cuando tenía tiempo libre. Era una vida tranquila, en comparación con las aventuras que había vivido, pero no por ello menos valiosa.Después de poco más de dos meses, Izuku había comenzado a adaptarse a esta nueva rutina. Despertaba temprano, ayudaba a su madre con las tareas de la casa, y luego dedicaba las mañanas a entrenar en el parque cercano. El entrenamiento era diferente ahora, más controlado, menos impulsado por la necesidad de sobrevivir. Sin embargo, una parte de él seguía sintiendo esa urgencia, como si hubiera algo más que debía hacer, algo más que lograr.
Una tarde, mientras Izuku estaba sentado en su habitación, meditando, sintió una familiar presencia en su mente. Era una sensación cálida, poderosa, que le recordaba a los días en que había estado perdido, pero nunca verdaderamente solo. Sun Wukong, el Rey Mono, siempre había estado allí, guiándolo, enseñándole, y desafiándolo.
—Parece que te estás ablandando, chico —dijo la voz burlona de Sun Wukong en su mente.
Izuku abrió los ojos y sonrió, sabiendo que Wukong no estaba realmente molesto. Había aprendido a entender sus palabras y sus intenciones, a pesar de la dureza con la que solía expresarse.
—Quizás me estoy acostumbrando a esta vida tranquila —respondió Izuku mentalmente, manteniendo la calma—. Pero no he olvidado lo que me enseñaste, maestro.
—¡Bah! —exclamó Wukong con un toque de desdén—. El mundo está lleno de desafíos, de enemigos que no se detendrán solo porque has decidido quedarte en casa. ¿No sientes la llamada de la aventura, la necesidad de probar tu fuerza?
Izuku reflexionó sobre las palabras de Wukong. Era cierto que, aunque estaba agradecido por haber encontrado a su familia, no podía evitar sentir que aún había algo más que debía hacer. Había tantas cosas que aún no comprendía sobre su propio poder, sobre quién era ahora.
—Sí, lo siento —admitió finalmente—. Pero ahora que estoy aquí, también siento que tengo que ser algo más que un guerrero. Quiero encontrar un propósito, algo que pueda hacer para proteger a los demás, para ayudar.
Sun Wukong guardó silencio por un momento, como si estuviera evaluando la sinceridad de las palabras de Izuku. Luego, su voz se suavizó, aunque no perdió su característico tono de superioridad.
—Ser un protector no es algo que deba tomarse a la ligera, Izuku. La fuerza que tienes es un regalo, pero también una responsabilidad. Debes estar preparado para cualquier cosa.
Izuku asintió, sintiendo el peso de las palabras de Wukong. Había pasado años luchando contra demonios, villanos y desafíos de todo tipo, pero ahora estaba en un mundo diferente, un mundo donde la lucha era menos directa, pero no menos importante.
Esa misma noche, mientras cenaba con su madre y su hermano, algo en la televisión captó su atención. Era un anuncio sobre la UA, la academia de héroes más prestigiosa de Japón. Mostraban imágenes de estudiantes en entrenamientos, utilizando sus quirks, enfrentando pruebas y desafíos diseñados para llevarlos al límite.
Inko notó cómo los ojos de Izuku se fijaban en la pantalla con intensidad. Era la primera vez desde que había regresado que lo veía tan concentrado en algo. Había algo en esa academia que parecía atraerlo, algo que resonaba profundamente en su interior.
—Izuku —llamó su madre suavemente, sacándolo de su ensimismamiento—, ¿quieres postularte para la UA?
Izuku parpadeó, como si acabara de darse cuenta de lo que estaba viendo. Recordó las palabras de Wukong, la necesidad de encontrar un propósito, y la idea de convertirse en un héroe comenzó a tomar forma en su mente. No sabía si sería aceptado, pero algo en su interior le decía que debía intentarlo.
—Sí, mamá —respondió con determinación—. Quiero intentar entrar en la UA.
Inko sonrió, aunque con un toque de preocupación en sus ojos. Sabía que la vida de un héroe no era fácil, pero también sabía que Izuku tenía una fuerza y una voluntad que no podían ser ignoradas.
—Entonces, haremos todo lo posible para que lo logres —dijo, decidida a apoyar a su hijo en este nuevo desafío.
Esa noche, mientras Izuku se preparaba para dormir, volvió a escuchar la voz de Wukong en su mente.
—Así que quieres ser un héroe, ¿eh? —preguntó Wukong con un tono burlón—. Bien, chico. Pero recuerda, ser un héroe es mucho más que solo derrotar a villanos. Necesitarás más que fuerza para ser verdaderamente grande.
Izuku asintió en la oscuridad de su habitación, sabiendo que Wukong tenía razón. El camino hacia convertirse en un héroe sería difícil, pero estaba dispuesto a enfrentarlo, no solo por él mismo, sino por aquellos que no podían defenderse. Y con la guía de Wukong y el apoyo de su familia, sentía que estaba listo para dar el primer paso hacia ese futuro.
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boku no héro academia: la leyenda del rey mono
FanfictionEspero que le guste esta historia la hice con un gran amigo que se llama alex