𝙷𝙴𝙽𝚁𝚈 𝙿𝙴𝙻𝙴𝚃𝙸𝙴𝚁 𝙸𝙸

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TW: oc!fem, besos, palabras algo melosas, malas palabras.

Palabras: 1.428

___ era nueva en la comunidad de hilltop

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___ era nueva en la comunidad de hilltop.

Te habían acogido como una más de la comunidad luego de verte cerca de las grandes puertas del reino. Estabas toda ensangrentada; manos, piernas, brazos, cara, torso, etc, débil y flaca... Al punto de que se te veían los huesos de las costillas. Y, por si fuera poco, una horda no tan numerosa de caminantes te estaba siguiendo a pasos agigantados.

No pasó mucho tiempo para que, luego de haberte desmayado enfrente de aquella comunidad, con la esperanza de que te salven, despertases en una cama, tapada con mantas, con algunas vendas en tu torso y muñecas, un plato de comida a tu lado y un chico rubio con demasiadas pecas enfrente tuyo mirándote.

Te costó abrir los ojos. El entorno era nuevo y raro... Era acogedor y lindo. Diferente al infierno que viviste allá afuera en el bosque.

El chico simplemente te miraba, no decía nada. Estaba sentado enfrente de ti, con los ojos clavados en tu débil figura. Luego de unos minutos de un silencio demasiado incómodo se levantó y fue a tu lado. Te ayudó a sentarte en la cama sin tocarte demasiado, agarró el plato de comida y lo colocó en tu regazo.

—Tienes un poco de ropa en el respaldo de aquella silla —él señaló una silla de madera algo desgastada— Si necesitas algo me avisas ¿Si? —dijo, para comenzar a salir de la habitacion— Por cierto. Soy Henry, Henry Peletier... Un gusto. —sin más, el chico salió de la habitación para darte tu privacidad.

Débilmente comenzaste a cortar el pedazo de filete con algunos vegetales que tenía. No comías casi nada desde que estabas en el bosque... Pero el hambre te ganaba, haciendo que comas todo el plato en pocos minutos... Hasta los vegetales.

Dejaste el plato de nuevo en la mesa. Soltaste un suspiro y miraste la silla de madera que había señalado ese tal Henry. Te levantaste y agarraste la ropa. Tímidamente comenzaste a cambiarte por completo. Te sentías limpia... algo que no sucedía hace meses. Volviste a la cama y te recostaste. Agarraste las mantas y te tapaste un poco por encima de tu nariz.

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