vigilada

Las cosas sobre la mesa

Al día siguiente Amelia había quedado con sus dos amigas para hablar del tema, era raro que sus padres la hubieran dejado salir después de lo de ayer...
Cruzó una calle hasta llegar a una plaza en la que solían quedar y se dirigió directamente al portal de una casa, allí estaban.
-Hola chicas.
-Holaaaa- Exclamaron las dos a la vez y la dejaron sitio.
Se pusieron a hablar de un poco de todo, la expulsión sobre todo.
-Pues yo me voy para ciencias y Claudia para letras asi que ya me contaras como no vamos a estar solas en clase.
Amelia trató de ignorar ese comentario, era lo más esgoista que había oido ese día y no tenia ganas de seguirla el juego.
En ese momento prefirió quedarse callada pensando en algo que ni siquiera ella sabía que, Claudia miró a Alba y lo soltó de golpe:
-Mira Amelia esque ultimamente te vemos distante y pasota y no quedas, prefieres quedarte encerrada en casa pensando a saber que y esque nosotras supuestamente somos tus amigas y no me parece bien...
-¿Y por eso cambiaste mi nombre en whatsapp?-Soltó Amelia irónicamente, en realidad la daba igual no era más que un nombre, lo que realmente importaba era el significado de aquella acción, cuando Alba quiso hablar esta mañana con ella para decirla que ultimamente estaba distante se lo comentó casi sin querer. Suspiró para si misma y miró a otro lado, por parte de Claudia, se había quedado callada sin saber que decir.
-Bueno ehh que no es para tanto hija no pense que fueras tan infantil- Fue lo único que se atrevió a decir.
Amelia sonrió «¿infantil eh?» se levantó y las miró a ambas.
-No sé que me pasa, supongo que estoy cansada de todo.
Alba se levantó y abrazó a su amiga.
-Te tengo que contar un secreto- la susurró al oido- Estoy saliendo con Juan.
Amelia la miró sin creerse lo que estaba escuchando miró a Claudia que seguia al movil como si en esa conversación fuera la más afectada.

Más allá de esa conversación un hombre de unos 18 años las escuchaba a pesar de la lejanía, estaba serio y llevaba puesto una camiseta roja con unos pantalones deportivos negros, miraba a Amelia «la de tonterias que la están hechando entre las dos» miró el resto del parque en un acto reflejo y vio a una mujer de unos 16 años masomenos que paseaba con el que parecía ser su novio, esta vez sí sonrio.
«volvemos a encontrarnos Dalia».
Ella por su parte al igual que el resto del parque incluyendo a esas tres adolescentes que discutían asuntos tontos como si fueran el fin del mundo, parecia que no se había dado cuenta de que Daniel, estaba allí.