Mi Novio Sustituto (Boys Love)

Capítulo 11

- ¿Qué has dicho?... ¿T-tu novio?- Su cara de sorpresa era digna de un cuadro, aunque la mía no se quedaba atrás. Estaba estupefacto.

-No creo que tenga que repetirlo.- Respondió utilizando un tono duro. Se veía demasiado serio como para estarlo diciendo en broma.

-Gemini, tú y yo debemos hablar, lo que estás diciéndome no tiene ningún sentido... ¿Salir... con un chico? No es posible.-

-No hay nada de qué hablar, y si no hay lugar aquí para los dos entonces nos vamos.-

Con su brazo aun aferrándose a mi cintura me guio hasta la salida de aquel jardín, logramos avanzar un poco antes de volver a escuchar su chillona e irritante voz.

-Esperen.- Dijo ella antes de que cruzáramos la puerta al interior de la casa.- ¿Por qué irse? Quédense.- Fui el primero en voltear, no sé cómo lo había hecho pero Zoe ya no llevaba esa cara de sorpresa... de hecho se veía relajada y cargaba consigo una radiante sonrisa, a mi parecer, muy hipócrita.

Caminó hasta ponerse frente a mi compañero.

-Puede que tú y yo ya no tengamos nada, y tengas la libertad de andar con...-Me miró de arriba abajo.- Con lo que sea que quieras, ya que yo también tengo a alguien más ahora... Pero esta es mi fiesta de despedida, y al menos por todos los años que estuvimos juntos podrías acompañarme ¿No me merezco al menos eso? Después de todo, al terminar esta noche no volveremos a vernos.-

Estoy seguro que Gemini tenía algo para responderle, pero se veía demasiado afectado, parecía que en verdad no esperaba nada de esto al venir hasta aquí. Por eso decidí adelantarme...

-Nos quedamos.- Hablé sorprendiéndolos a ambos y sorprendiéndome a mí mismo. –Es una fiesta y adoro las fiestas vengan de donde vengan.-

Ella me miró con el veneno resbalándosele por los poros, pero no me intimidaba en lo mínimo si es lo que buscaba.

-Sean bienvenidos entonces.- Me dedicó una sonrisa aún más falsa que la anterior y luego nos pasó de largo a ambos dirigiéndose hasta el interior de la casa. Tomó el mismo camino que había tomado su ahora "novio", el tal Jackson.

Cuando quedamos solos, Gemini fue alejando su brazo de mi espalda suavemente hasta que ya no pude sentirla. Se sintió un poco vacío.

-Lo siento.- Soltó avergonzado. –No debí haber hecho esto, no sé en qué estaba pensando.- Podía notar que estaba muy aturdido por su manera de hablar.

-Descuida, yo te lo debía. -

-No. -interrumpió.- No debí haberte involucrado... nada de esto tenía que haber sido así.-

-¿Lo dices porque soy hombre?- Levantó la vista manteniendo ese aturdimiento en sus ojos.

-No se trata de eso, Julien.- Respondió.- Me siento un idiota por lo que hice... Actué como un cobarde.- Se estaba dando latigazos a sí mismo.

Tenía que admitir que a pesar de lo crudo que sonaba eso, me aliviaba un poco su respuesta.

-Pero a mí no me molestó en lo absoluto, sí me sorprendió...pero de hecho hasta me resulta divertido.- Sonreí y él me miró desorientado por lo que acababa de escuchar.

-¿Divertido?-

-Sí, es decir... ¿Sabes cuantas series tienen este tipo de escenas? Las vi millares de veces, y aunque parecen cosas fantasiosas de tv, el que ahora me pase a mi es completamente increíble.- Sonreía como estúpido mientras lo decía, pero era cierto. Sentía emoción haciendo esto.

La expresión de Gemini era confusa, pero al menos una muy minúscula parte de la culpabilidad ya había desaparecido. Eso era bueno.

-¿Podemos quedarnos?- Le pregunté finalmente. Parecía un niño pequeño pidiéndole permiso a su padre de quedarse en la plaza jugando con su mejor amigo. – Podría acompañarte como un amigo. –