—Dime si no es lo más delicioso que has probado en tu vida.
—Vamos Allice, no lo obligues a mentir.
—No es mentira Margie, tus postres son los más deliciosos de toda Arizona.
La señora Taylor ríe, mientras menea la cabeza. Es evidente que aunque lo niegue le encantan los halagos. Tiene el cabello negro y por sus rasgos parece como si fuese descendiente de hispanos. Su piel es canela y los ojos parecen del mismo tono de su cabello. A pesar de su edad se conserva muy bien.
—En realidad —me entrometo—, es muy delicioso.
—No te preocupes Rowan, así digas lo contrario nadie te creerá —comenta Allice—, Margie es una diosa de la repostería.
—Basta Allice, conseguirás que me sonroje con nuestro huésped... tu familiar.
Dice lo último con la vista entrecerrada y un tono de incredulidad.
—Como si lo fuera, además hay cierta similitud.
—Por supuesto, ambos tienen dos brazos, cabeza y dos piernas
Bromea la señora Taylor, lo que me permite ver que ella puede ser alguien muy alegre y cálida. Además, Allice quien es mayor que ella empieza a reír más fuerte, hasta que empieza a toser convirtiendo esta acción en una especie de ataque que la silencia de momento.
—Suficiente —la otra le palmea la espalda y luego le entrega un vaso con agua—, no quiero que mueras en mi cocina, así que deja de reír.
—Es increíble que alguien muera por algo como una tos.
El señor Taylor entra en la cocina acompañado de sus dos hijos. Tom es a quien vi el primer día afuera del cerco, es más alto que Aiden por un par de centímetros, el cabello es castaño, su piel es más clara, pero tiene el mismo tono de azul en los ojos. A diferencia de su hermano, tiene una sonrisa plasmada en el rostro, mientras que el menor de los Taylor, a su lado, parece indiferente a lo que sucede.
—Mamá escuché que has hecho algo delicioso.
—Sí, pero no te daré "doble T".
— ¿Por qué?
—Porque no has saludado a nuestro huésped.
Es cuando Tom me observa por primera vez, luego se acerca para extender su mano. La recibo.
—Soy Tom Taylor, pero la mayoría me dice "Doble T" es un gusto tenerlo en nuestro rancho, señor Wood.
—Veo que ya conoces mi apellido, pero puedes llamarme por mi nombre, sólo Rowan.
—Bien, entonces Rowan, qué te motivó a venir a Pine.
—Los paisajes.
Supongo que esa pregunta es de rutina para todos aquí, así que he decido empezara a dar una respuesta de rutina.
—Tienes buen gusto, aunque ésta no es la mejor época para venir.
Su padre le da un codazo y no puedo evitar reír.
—Eso he descubierto, pero estoy ansioso por ver lo que se pueda. Aiden me ha contado sobre sitios hermosos para visitar: El Cañon del Antílope y la Curva de la Herradura, ¡oh! Y también hacer el tour de observación de estrellas, si es tan hermoso como lo dice estoy seguro que me encantará acampar en ese lugar.
— ¿Aiden te dijo sobre eso? —Preguntó Tom sorprendido—, es decir, ¿te habló por iniciativa propia? o lo amenazaste de alguna forma —dijo en un tono de burla.
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La danza del tiempo sin arrepentimientos
RomanceEl tiempo puede ser visto como un dictador que convierte a la vida en una rutina un tanto agitada, en ocasiones insatisfactoria, quizá con logros ajenos que cumplir, pero en especial con pocos minutos para disfrutar haciendo lo que realmente deseas...