El Último Sacrificio

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El ambiente en la mansión Calderón era opresivo. La tormenta que rugía afuera parecía un presagio de los eventos que se estaban desarrollando dentro de sus muros. Claudia, Lucía y Sebastián se encontraban en la sala principal de la mansión, donde habían decidido realizar el ritual final para sellar el mal de una vez por todas.

La señora Fernández había proporcionado una última pieza de información crucial: para completar el ritual y sellar a la sombra, debían realizarlo en el corazón de la mansión, donde el mal había comenzado. Con esta nueva revelación, el grupo se dirigió al gran salón, el centro neurálgico de la mansión.

Lucía había preparado el altar con precisión, siguiendo las instrucciones del libro antiguo y las notas encontradas en la cámara secreta. Sebastián se encontraba a su lado, sosteniendo el libro y recitando las palabras del cántico, mientras Claudia colocaba los elementos necesarios alrededor del altar.

"Estamos listos," dijo Claudia, con una mezcla de nervios y determinación. "Pero, antes de comenzar, necesitamos asegurarnos de que el círculo de protección esté intacto."

"Sí," respondió Sebastián. "Recuerda, el ritual debe ser exacto. Cualquier error podría liberar el mal de nuevo."

Lucía se acercó al altar, sus ojos llenos de concentración. "Empecemos. Necesitamos hacer esto rápido."

Mientras Sebastián comenzaba a recitar el cántico, Claudia se movía alrededor del altar, su mente inquieta y llena de dudas. La tensión en el aire era palpable, y cada segundo que pasaba parecía aumentar la presión en el ambiente.

De repente, un sonido sordo y estremecedor resonó en la mansión, haciendo que las luces parpadearan. Un escalofriante grito llenó la habitación, y la sombra oscura apareció, moviéndose con rapidez hacia el grupo.

"¡Es la sombra!" gritó Lucía, tratando de mantener la calma. "¡Sigan recitando el cántico!"

El ritual estaba en marcha, pero la sombra parecía más fuerte y más furiosa que nunca. Lucía y Sebastián se esforzaban por mantener la concentración, mientras Claudia se tambaleaba, sintiendo que algo no estaba bien. Las palabras del cántico se entrelazaban con los gritos desesperados de la sombra, creando un caos abrumador.

De repente, Claudia sintió una ola de mareo y confusión. Todo a su alrededor comenzó a distorsionarse y girar, y el sonido se volvió un estruendo ininteligible. La oscuridad la envolvió, y el espacio pareció desmoronarse a su alrededor.

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Cuando Claudia despertó, estaba en una habitación diferente, desconocida y tranquila. La luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas, y el silencio era profundo. Se sentó en la cama, confundida y sudorosa, y miró a su alrededor, dándose cuenta de que estaba en su propia casa.

"¿Qué ha pasado?" murmuró Claudia, tratando de calmar su respiración acelerada. "¿Fue todo un sueño?"

Se levantó y se dirigió al espejo, mirándose a sí misma. Su rostro estaba pálido y sus ojos reflejaban un miedo profundo. La escena en la mansión parecía tan real que casi podía tocarla.

Justo en ese momento, un estruendo fuerte la hizo saltar. El sonido provenía de la sala de estar. Con el corazón latiendo con fuerza, Claudia salió corriendo de su habitación y descendió las escaleras, encontrándose de nuevo en la sala principal de la mansión Calderón.

Pero la sala era diferente. No estaba en ruinas ni llena de sombras, sino en perfecto estado. Claudia se encontró con Lucía y Sebastián, que estaban de pie en el centro de la sala, como si nada hubiera pasado.

"¿Lucía? ¿Sebastián?" preguntó Claudia, su voz temblando. "¿Están bien? ¿Qué está pasando?"

Lucía y Sebastián se volvieron hacia ella, sus rostros llenos de alivio y confusión. "Claudia," dijo Sebastián. "Estás despierta. Estábamos preocupados. Todo lo que vimos en el sueño... era real, pero también parte de una trampa."

Claudia parpadeó, tratando de entender. "¿Una trampa? ¿Cómo?"

Lucía se acercó, su expresión grave. "El ente intentó atraparnos en una ilusión, un sueño de terror para debilitarnos y desorientarnos. Pero logramos romper el ciclo y volver a la realidad. Ahora debemos terminar lo que empezamos."

Con renovada determinación, el grupo se reunió alrededor del altar en el gran salón. La sombra aún acechaba, y el tiempo se estaba agotando. Lucía y Sebastián prepararon nuevamente el ritual, mientras Claudia colocaba los elementos necesarios alrededor del altar, asegurándose de que todo estuviera en orden.

"Esta vez, lo haremos bien," dijo Claudia, con firmeza en la voz. "No dejaremos que nos detenga."

El cántico comenzó de nuevo, esta vez con una fuerza renovada y una determinación inquebrantable. El cristal brillaba con intensidad, y el círculo de sal emitía una barrera de protección. La sombra, al verse atrapada una vez más, luchaba con desesperación, pero la energía del ritual era implacable.

Con un último grito de la sombra, el ritual alcanzó su clímax. La oscuridad fue absorbida por el cristal, que se iluminó con una luz brillante y pura. La sombra finalmente fue contenida y sellada, el mal que había atormentado la mansión Calderón fue derrotado de una vez por todas.

El gran salón quedó en silencio, el aire se sintió más ligero, y la tensión desapareció. Lucía, Claudia y Sebastián se miraron entre sí, agotados pero aliviados. Habían enfrentado sus peores temores y salido victoriosos.

"Lo hicimos," dijo Lucía, con una sonrisa cansada. "Finalmente lo hicimos."

"Sí," respondió Sebastián, sonriendo también. "La mansión está libre del mal. Pero no olvidemos lo que aprendimos aquí."

Claudia asintió, sintiendo una mezcla de alivio y tristeza. "Sí, hemos enfrentado mucho y hemos perdido algo en el proceso. Pero al menos ahora podemos encontrar paz."

El grupo salió de la mansión, sabiendo que el terror y el misterio que había estado presente en la mansión Calderón se habían desvanecido. La mansión estaba ahora en paz, y con ella, sus secretos más oscuros.

Mientras se alejaban, el sol se elevaba sobre el horizonte, y la tormenta finalmente se disipaba. La luz del día traía consigo una sensación de esperanza y de nuevos comienzos.

Y así, con el final del día, la historia de la mansión Calderón llegó a su conclusión. El mal había sido derrotado, y aquellos que habían enfrentado el terror salieron más fuertes, con una nueva apreciación por la vida y el coraje que habían demostrado.

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⏰ Última actualización: Sep 04 ⏰

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