Día tres

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Los recuerdos del día anterior habían dejado una profunda huella en la memoria de Jimin, quien no podía evitar repetir la escena en su cabeza una y otra vez, lo que provocaba reacciones inesperadas en su cuerpo.

Frustrado miraba su reloj, extrañado por la tardanza de aquel peliverde y sintiéndose demasiado tonto por la impaciencia que crecía en su interior, por cada minuto que pasaba sin que el chico llegara.


---¿Lisa?...--llamó por el intercomunicador---...¿no hay algún mensaje para mí?



---Si me dijera el nombre de la persona de la espera el mensaje, señor Park, tal vez...---decía la secretaria.



---No, déjalo...---dijo Jimin algo avergonzado por no recordar el nombre del peliverde---...consígueme los contratos de Hayde's por favor...---y tras decir esto, corto la llamada y respiró con frustración.





bais.
Seolmae

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓼𝓲 𝓽𝓾 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓮𝓼...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora