Día Cinco

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Jimin nunca había sido una persona muy activa sexualmente y eso lo adjudicaba a la falta de tiempo fuera de su vida laboral. Desde que se asumió la de rección de la compañía heredada de su madre, en su vida se había limitado al trabajo y no es que eso le preocupara demasiado.

 
Nunca tuvo suficiente tiempo como para entablar alguna relación y la idea de ligar a alguien en
algún bar para pasar una noche, tampoco le resultaba atractiva. Sí, durante mucho
tiempo Jimin se había considerado bastante asexual, ya que simplemente nunca se
había sentido atraído sexualmente por nadie, a corto ni a largo plazo. Entonces...

 
¿Por qué había sentido la urgente necesidad de masturbarse esa mañana, pensando en
aquel peliverde?

 
Cuando llegó a la compañía, aquel "desahogo" que había tenido en esa larga ducha, lo hizo
sentir un poco más relajado que de costumbre.

Pero al bajarse del auto, una escena frente a él disipó de inmediato toda aquella tranquilidad y serenidad. El peliverde en una amena conversación con otro chico. Sonreía y por todos los infiernos que aquella sonrisa era la más bella y sensual que Jimin hubo visto en toda su vida. Sus ojos felinos se achicaban y su verde cabello se balanceaba con la suave brisa de la mañana.

 
De repente, el chico pelirrojo que conversaba con el peliverde se acercó a él para susurrarle algo al oído, acariciándole con suavidad el brazo, lo que hacía que se vieran demasiado cercanos,
para el gusto de Jimin.

 
El humor del rubio cambió completamente, aquella expresión serena que traía, se tornó en un ceño fruncido y una mirada molesta.

 
---¿Señor Park?...---lo llamó su secretaria por el intercomunicador---...el señor ¿Suga? está
aquí.

 
Jimin estaba a punto de decirle a su secretaria que no lo atendería hoy, pero luego se dio cuenta de que sería tontería hacer. Eso significaría que estaba demasiado molesto y
celoso por la interacción del peliverde con aquel chico y  él se negaba a
admitirlo.

 
---Déjalo pasar...---dijo aparentando poco interés.

 
Yoongi entro vistiendo unos pantalones y una chaqueta de cuero y fue la imagen más sexi que
Jimin hubiera visto en su vida, pero disimulo su impresión mostrándose distante.

---Hola cariño...---dijo casi en susurro Yoongi acercándose al rubio, pero inmediatamente Jimin
se levantó y se alejó de él, confundiendo al peliverde.

 
---Tengo mucho trabajo hoy y como de todos modos no puedo hacer nada para que se retire, le
pido que sea lo más silencioso posible.
..---dijo Jimin sacando unos papeles del archivo, luego
esquivando a Yoongi, volvió a sentarse de nuevo en su escritorio.

 
---¿Sucede algo?...---se aventuró a preguntar Yoongi, extrañado por la actitud del rubio, cuando
el día anterior habían estado más que bien.

 
---No sé a qué se refiere...---dijo Jimin sin mirarlo siquiera---...si gusta, igual puedo firmar
alguna constancia o recomendación asegurando lo profesional que es usted, si es que lo
necesita para no afectar su "récord" o fama, o lo que sea que personas de su profesión maneje,
no me importa.

 
---No hay necesidad...---dijo Yoongi muy serio---...nunca he obligado a ninguno de mis
"clientes" hacer algo que no quieren Jimin, siempre se trata más de ellos que de mí, si cree que
no necesita lo que puedo ofrecerle, no le forzaré.

 
---Lo dicho, un profesional en su ramo...---dijo Jimin en tono burlón---...supongo que ha de ser
chocante que alguien no quiera o no necesite sus "servicios"...--
-exclamó levantándose
caminando de nuevo hacia el archivo, pero esta vez Yoongi no le permitió esquivarlo.

 
---Pues ayer no parecía que no quería...---le dijo cuando lo sujeto del brazo.

 
---Somos seres que responden a cualquier estímulo, da lo mismo de donde lo obtengamos,
podría frotarme en la estúpida silla y obtendría el mismo resultado de ayer...
---le dijo Jimin en
tono hiriente.

 
Yoongi claramente no había tomado a bien lo que Jimin le había dicho y las ganas de ponerlo en su lugar no le faltaban. Sin embargo, optó por soltarlo y caminar hasta el lujoso sofá,
Acomodándose para ojear de nuevo aquellas revistas.

 
Jimin resopló e intentó concentrarse en su trabajo, pero la sola presencia de aquel peliverde
a unos cuantos pasos de él, lo perturbaba.

 
---Señor Park, el nuevo jefe del departamento de informática, solicita verlo...---dijo la secretaria
por el intercomunicador.

 
---Hágalo pasar...---contestó Jimin mirando de reojo con disimulo al peliverde, que seguía
mirando las revistas como si fuera lo más importante.


---Señor Park...---saludó al entrar un pelirrojo extendiendo su mano a Jimin---...Jung Hoseok, a
sus órdenes...
---hizo una pequeña reverencia y Jimin lo reconoció. Era el mismo chico que
había estado hablando con Suga en la entrada.

 
Jimin no pudo evitar lanzar una mirada a Suga, que al parecer no se había percatado de la
presencia del pelirrojo.

 
---Le he traído los informes trimestrales y las gráficas finales del mes pasado...---dijo muy
profesional Hoseok.

 
---Gra-gracias...---balbuceó Jimin tratando de disimular, pero no podía evitar que sus ojos
viajarán del peliverde al pelirrojo y de nuevo al peliverde para después posarse en las carpetas
sobre su escritorio---...las revisaré y le haré saber cualquier duda...---terminó de decir tratando
de parecer lo más calmado posible.

 
Hoseok le sonrió haciendo una pequeña reverencia, y luego giró su cuerpo y se dirigió a
la salida, cuando vio al peliverde.

 
---Oh Yoongi, no sabía que te encontraría de nuevo...---le dijo acercándose---...me has
ahorrado la llamada que iba a hacerte.

 
---¿Sucedió algo?...---preguntó Yoongi mostrando algo de preocupación.

 
---Solo quería preguntarte si existe la posibilidad de cambiar la fecha, ya sabes, de la
reunión...---le dijo Hoseok con un evidente disimulo que Jimin notó en su tono de voz.

 
---Bueno, tendría que consultar con mi agenda...---contestó Yoongi y Jimin aclaró su garganta
con molestia de que aquellos efectuaran aquel tipo de "negocio" sin ningún pudor frente a sus
ojos.

 
Cuando el pelirrojo por fin se fue, Jimin simplemente no lo soporto más y levantándose de su
escritorio, salió de la oficina dejando al peliverde, quien solo resopló con frustración




bais,

Seolmae

𝓢𝓸𝓵𝓸 𝓼𝓲 𝓽𝓾 𝓺𝓾𝓲𝓮𝓻𝓮𝓼...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora