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Enero 21, 2022
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No sé cómo; pero acabo aceptando unirme a una salida espontánea el sábado. Jelena es lo siguiente a insistente, mi dosis de trabajo en la oficina ha bajado por el contrato de Grace, como Co-ceo y jefa del área laboral y creativa me da un poco más de libertad. Así que siendo impulsada a salir por parte de Grace y Jelena, accedo. Resulta en una fiesta privada, alquilar un club y hacer desastre en el es algo que no hacía desde hace algún tiempo.
Así que sonrió ante el recuerdo mientras bebo un mojito de mango. Personalidades vienen y van, yo permanezco en la barra con un mojito y mi móvil en manos.
— Tienes el labial un poco corrido.— informa una voz a mí lado, miró por sobre mi hombro. Taylor. Su sonrisa dulce me trae de regreso. Se inclina tomando una servilleta y mojando está con las gotas sobre mi vaso de cristal, todo esto en un rápido movimiento que posteriormente acaba con ella quitando aquella marca.— Pedir una pajilla es una buena alternativa. ¿En qué piensas?
Le doy una rapida y disimulada mirada, tiene una falda lila que se ciñe a su piel y realza sus muslos. Junto a un estilismo top blanco, y un abrigo de cuero que cubre hasta sus rodillas, me siento mal por hacer incapie en ello pero lo interesante del outfit es la falda y como sus piernas destacan. Su piel se ve tan dorada y es difícil no admirarla, ella se ve increíble. Desvío la mirada.
¡Concéntrate!
Es difícil, me cruzó de brazos mandando a la mierda todo lo que pensé en años pasados. Es más fácil saber qué sucede teniéndola como conocida.
No descarto que todos nos ven, de hecho, la ven. Su sencillez y aura tan encantadora hace que sea un espectáculo visual. Oírla hablar, y verla moverse por la habitación. Hay algo en ella que cambió, evolucionó hasta hacerla un imán. Puedo entender porque todos parecen tan interesados en ella y lo que rodea su aura, incluso el azul de sus ojos me da la sensación de una vista maravillosa entre el cielo y el mar.
Así que pasó a ser parte de los admiradores silenciosos.
— Pensaba en mis opciones para dejar el club sin que se den cuenta.
