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Enero 17, 2022
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El día que todo se fue a la mierda.
Mi café estaba caliente, la tarta de calabaza se hallaba cremosa y con crema batida encima y había terminado el vestido con el qué llevaba batallando desde hace una semana pero hacía falta algo. Bajé al piso de telas por el terciopelo rojo y caturree todo el camino de regreso al elevador, en el elevador subieron dos hombres de seguridad, así que decidí que por una vez que ignoraria su presencia.
Las puertas se abrieron, la oficina de Cate era la primera en aparecer y estaba por completo vacía.
Magnífico.
La oficina de Deborah Norringthone estaba igual de vacía, pero la puerta de mi oficina se hallaba abierta. Desde el pasillo alcance a ver lo que sucedía, intuir que los guardas iban a mi oficina sería mentir. Suspiré, mierda esto se escaparía de mis manos.
— Pueden irse, me parece que se trata de un mal entendido.— informe está vez girando en dirección a los hombres.
— ¿Segura? Señora, podemos quedarnos.
Asentí.— No hace falta, insisto; puedo con ella.
Sostuve el terciopelo rojo con fuerza, ignoré la discusión entre Catherine y la cantante. Me percate qué Deborah fue la única que noto mi presencia, así que deje caer el rollo de tela sobre mi mesa de textiles con fuerza suficiente para hacer notar mi presencia. Ignoré la mirada de esa chica rubia mientras trazaba los patrones en la tela, Grace permaneció callada en espera a órdenes.
Suspiré.— Deborah, llama a Donatella. Dile que los diseños que me mandó son fascinantes y que me gustaría discutir algunas mejoras en el corte de los vestidos. Consigue una cita con mi psicóloga, para esta tarde; no, mejor que sea con mi psiquiatra. Cancela a Jack, dile que se presentó un inconveniente. Loro Piana se encuentra interesado en nuestro modelo de fusión, consigue sus propuestas y mándalos al abogado que lleva el jodido tema. Trae un café cargado, con dos de azúcar y leche.
Volví mi vista a Catherine, alce mi mano para detener a Deborah en su camino a la salida.
— Grace, necesito que consigas los papeles de mi abogado; quiero saber cómo lleva el asunto en los tribunales y si mi ex parece cooperar.—dejé escapar una bocanada de aire.— consigue la carta de nobu tengo algo de hambre, y dime si los viejos decrépitos de la disquera envían algún correo. Por cierto, le daré una bonificación a la que logré hacer qué el departamento de ventas y marketing, e incluso a los diseñadores, entienda lo que significa lujo silencioso. Eso sería todo por ahora, gracias chicas.
