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Enero 23, 2022
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ARABELLA
La playa me ayudaba a pensar, más allá de dar un respiro a las paredes de concreto y brindar esa conexión con lo natural. Así que con mis pies cubiertos de arena y sentada sobre una de esas mantas playeras, tenía todos mis lápices de dibujo y más. No sé cuánto dure en la playa y tampoco cuando fue que pase de dibujar un par de bocetos para Taylor, a dibujarla. Ver sus ojos azules en el papel fue aterrador, quizás se debe a que sirvió para percatarme que no era algo del pasado.
Mordí el borrador de mi lápiz mirando esas facciones tan maduras, no era la chica que conocí en 2011. Suspiré. ¿Debería? Aclaré mi garganta dándole la vuelta a la hoja, el sonido de las olas estimulaba mi creatividad al punto de volverme emocionalmente vulnerable al punto de poder ser poéticamente sincera. Lo qué eran bocetos, y paso a ser un dibujo de la clienta, se convirtió en un poema escrito con los pies entre la arena y recuerdos de la noche anterior. Fluía, dudo mucho de que algo haya fluido tan libremente desde qué estaba con los chicos, pero ahora parecía fluir.
Tras el dibujo se hallaba aquél poema. Deslice mi mano en el bolsillo de mis jeans sacando mi teléfono y mandándole un mensaje a Jack.
Iría al estudio a grabar esto, y luego entregaría el dibujo a la musa. Decidí quedarme un poco más en la playa, el sonido de las gaviotas y el mar era tan relajante. Sabía que faltaba algo en el álbum, y quizás esta canción pueda ser la diferencia.
Taylor siempre marcaba la diferencia.
El ejercicio de respiraciones profundas me ayudó a mantenerme serena, ignorar cada uno de esos pensamientos intrusivos y mantenerme centrada. Las emociones y el amor eran un tema complejo, sumándole el caos que trae la farándula cualquier romance se vería tintado de enigmas y problemas. Para amar se debe ser fuerte, soportar cada uno de los problemas y adversidades; quizás saber esto de joven me habría ahorrado un corazón roto, pero no lo cambiaría, estoy segura que volvería a elegir las lágrimas en medio de la noche por algún estúpido titular de Taylor con Harry.
Elegiría esa sesión de besos en medio de la lluvia que tuvimos en Nashville, esos paseos a caballo y las risas. Porque pese al malentendido comprendía que ella había dejado una marca imborrable en mi vida, pase mi dedo por la arena de la playa dibujando patrones y más.
