Libro 1: Espada 15

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N/A: Hola a todos, JkAlex está de vuelta con un nuevo capítulo.

Están amando esta historia tanto como me gusta a mí escribirla. Sé que muchos estarán impacientes porque comience los eventos del primer libro de Avatar, con Percy encontrándose con el equipo Avatar, pero eso aún no sucederá. Ahora, es tiempo de que Percy forje su propio nombre y que sea reconocido en todas las Cuatro Naciones mientras acompaña a Zuko en su viaje y descubre todo el potencial de sus poderes como semidiós. Así que espero lo disfruten.

Este capítulo es el más largo que he escrito hasta ahora de esta historia, con un total de 15.500 palabras. Así que espero lo disfruten.

A partir de ahora, por motivos de mejorar la experiencia de lectura y que ustedes tengan una visión más amplia, cambiaré el formato de escritura. De esa manera, la historia será una visión más general en lugar de enfocarla en una sola persona como había estado haciendo hasta ahora, ya que me limitaba demasiado a la hora de hacerlo.

Y sin nada más que decir... ¡Hasta la próxima, guapos y guapas!

***

Capítulo 15

La espada que asesina espíritus

Para papá y Fat.

Ha pasado un mes desde que me embarqué junto a Zuko en su misión de capturar al Avatar.

Y debo decir que ha sido toda una experiencia.

Nuestro primer destino luego de partir fue El Templo Aire del Oeste. Se encontraba relativamente cerca de la Nación del Fuego y el Teniente Jee, el líder oficial de la División 41, dijo que tardaríamos una semana en llegar hasta allí, considerando lo viejo que era nuestro barco.

Fue una sorpresa para todos que lo hayamos hecho en tan solo tres días.

Tal vez ya lo sepan, pero el Templo Aire del Oeste no se encontraba en la cima de una montaña como uno esperaría, ¡sino que se encontraba debajo de un acantilado! Los edificios estaban construidos de tal manera que parecieran que estaban al revés. Fue increíble verlos.

Aunque Zuko no parecía muy interesado.

***

—Es una vista realmente hermosa—comentó Iroh con admiración, viéndose fascinado mientras observaba el gran vacío desde el borde de una pequeña plaza apartada de los edificios principales.

Al otro lado del vacío, podría verse el acantilado y, más allá, las altas montañas que se elevaban majestuosamente intentando alcanzar el cielo. El viento era fresco y soplaba con intensidad. Todo el lugar realmente hacía justicia a su nombre de "El Templo Aire del Oeste".

—La única vista en la que estoy interesado en ver es al Avatar encadenado—replicó Zuko con dureza.

La fascinación de Iroh se desvaneció de su rostro, reemplazada por preocupación y leve tristeza.

— ¿Sabes? El Avatar no ha sido visto por cien años—le recordó Iroh—. Las oportunidades de encontrarlo en pocos años son muy bajas.

Zuko no pareció verse afectado o abatido. De hecho, su único ojo visible ardía con fiereza mientras fruncía el ceño.

—Sé eso muy bien, tío. Pero eso no me detendrá. Primero revisaremos cada uno de los Templos del Aire. Luego, recorreremos el mundo. Buscaremos en los lugares más remotos hasta encontrarlo.

Avatar: La Leyenda de Perseo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora